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Aníbal-Sabbatella y el fantasma del revanchismo de los Barones

"Que la boleta se la cuide el comunismo", declaró, este fin de semana, un referente del justicialismo provincial del oeste del conurbano bonaerense, al conocer una de las alternativas electorales para las elecciones primarias de agosto (PASO), por el Frente para la Victoria.

El referente es uno de los hombres fuertes de los distritos del oeste y la fórmula a la cual hacía referencia es la de Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, como precandidatos a Gobernador provincial y vice, respectivamente.

Es que son varios los jefes comunales de la Provincia de Buenos Aires, que no han sabido digerir que, con aval presidencial, haya emergido, en sus distritos, una fuerza política que les dispute su poder territorial, dentro del Frente para la Victoria, y que les compita la intendencia en las elecciones de agosto próximo.

Y es por eso que, apenas se dio a conocer el nombre de Martín Sabbatella, como compañero de fórmula del Jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández, los intendentes salieron a hacer gala, con ánimo revanchista, de su poder territorial, al momento de una instancia electoral, en la fiscalización de las boletas del cuarto oscuro.

El "cuidado" de las boletas es uno de los ejes centrales de los acuerdos que suelen rubricarse entre dirigentes nacionales y provinciales con los barones del conurbano. Es que, el eufemismo tiene mas de literal que de metáfora. Porque son los intendentes los que, en una elección, con sus fiscales, garantizan que en el cuarto oscuro siempre estén presentes, o no, las boletas del aspirante nacional y provincial que ellos apoyan, y con el que hacen acuerdos.

Para que se entienda la importancia de las boletas, ya se lo había expresado a este medio el ex precandidato massista a la intendencia de Berazategui, Ricardo Giacobbe, al referirse a las posibilidades del PRO en Provincia de Buenos Aires: "No tienen posibilidades en Provincia porque no tienen quien les fiscalice, quien les cuide la boleta. No porque se las vayan a robar del cuarto oscuro, sino porque cuando se les acabe la boleta amarilla, no se la repone nadie".

Y explicaba: "yo que soy segunda fuerza de Berzategui hace 20 años, y necesito, sólo en Berazategui, 1000 personas que, por elección, garanticen, cada media hora, que mi boleta está en el cuarto. Yo tengo a esas personas, pero tenerlos implica constancia en la construcción política y militancia. Imaginate en una elección provincial".

Todo indica que los intendentes del conurbano, sin embargo, no se manifestarán explícitamente por una u otra fórmula de las ofertadas por el kirchnerismo a la gobernación bonaerense. Su nombre aparecerá en la lista que propone a Julián Dominguez y Espinoza, y, también, en la de Aníbel Fernández y Martín Sabbatella.

La especulación recae, sin embargo, en la reposición de boletas. Será allí, en ese juego mudo del día de la elección, donde los barones den indicios de su respuesta con aires de revancha, a la aparición de Nuevo Encuentro en la disputa interna del Frente para la Victoria.

En enero de este año los intendentes ya habían comenzado a sugerir a la Presidenta de la Nación, que no apostara a las colectoras, para evitar fortalecer a los oponentes políticos.

Varios son los jefes comunales disgustados con la presencia de Nuevo Encuentro, en la interna del Frente para la Victoria. Alberto Descalzo (Ituzaingó), Hugo Curto (Tres de Febrero), Stella Maris Giroldi (Campana) y Juan Pablo Anghileri (General Rodríguez) tuvieron conversaciones con sus pares de la primera sección para planear una resistencia.

En la tercera las voces de protesta la lideran Julio Pereyra (Florencio Varela), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Francisco “Barba” Gutiérrez (Quilmes). La pretensión de los intendentes fue siempre limitar las listas colectoras para no ver amenazado su poder territorial.

Pero para la Casa Rosada esto nunca fue un problema. El planteo de los intendentes de no aceptar nuevas colectoras de Nuevo Encuentro, el partido de Martín Sabbatella, chocó siempre con el aval de arriba.

Y hoy Sabbatella tiene que lidiar con el odio que supo cosechar de varios barones del Conurbano. Veremos si la factura que le devuelvan es lo suficientemente abultada.

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