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¿Possismo eterno?

Gustavo Posse se impuso como el más votado en la interna de Cambiemos con el 61,22% de los votos. El jefe comunal devenido del massismo derrotó por 24 puntos al ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro (37,12%). Mientras que con 1,66%, el concejal de la UCR, Juan Radonjic, tampoco le hizo sombra.

De este modo, el camaleónico jefe comunal logra reacomodarse en el pago chico luego fracasar en su intento de ser candidato a gobernador, tanto por el Frente Renovador como por el PRO.

En lo que respecta a alianzas, Cambiemos fue la más votada del municipio en las PASO, con el 59,98%. Muy por detrás terminó el Frente para la Victoria, que obtuvo 15,91%. Y más lejos aun se ubicó UNA (FR) con el 10%.

San Isidro es uno de los pocos distritos del conurbano donde no ganó el Frente para la Victoria. Es a considerar en los números que el escrutiño provisorio sólo alcanzó el 67,58%, por lo que en el recuento final podrían morigerarse algunas diferencias.

En octubre Posse enfrentará a Santiago Caffiero (FpV) y a la concejala massista Marcela Durrieu, quien supo ser su enemiga íntima cuando el alcalde pasó por el FR.

En caso de ganar el clan de los Posse estiraría el récord de permanencia ininterrumpida al frente de un municipio, que comenzó en 1983 y podría durar al menos 36 años.

En la vuelta de la democracia, el radical Melchor Posse retomó las riendas del municpio del norte (ya había pasado por el cargo en 1958-1962) y lo retuvo por 16 años más de manera consecutiva hasta 1999, cuando puso en la cabeza de la boleta a su hijo, Gustavo.

El actual jefe comunal ya igualó la racha de cuatro mandatos al hilo de su padre, quien falleció en 2004. Ahora tiene la chance de ir por el quinto y extender la dinastía hasta el 2019.

Un dato curioso de Posse junior es que pasó por casi todos los espacios políticos existentes, a excepción de la izquierda, donde por su impronta derechista resulta difícil imaginarlo. En 1999 fue candidato de la Alianza de De La Rúa, en 2003 de un partido vecinal que llevaba a Rodríguez Saá como presidente, en 2007 acompañó a los radicales que se sumaron al Frente para la Victoria, en 2011 jugó con De Narváez, con Sergio Massa en 2013 y ahora, en 2015, acompaña a Mauricio Macri. Lo que se dice un camaleón de la política.

Lo cierto es que, por ahora, los vecinos del municipio no le pasan factura al alcalde. En San Isidro la palabra democria empieza y termina en el apellido Posse.

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