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Los barones que podrían caer en octubre

De origen peronista, los barones del conurbano se erigieron como amos y señores del territorio más poblado del país. Algunos llevan seis mandatos ininterrumpidos (24 años), otros pusieron a sus hijos para ascender en la pirámide de poder. Pero este año, por diversas razones está latente la posibilidad de un recambio mayor de lo planeado, en especial entre los jefes históricos.

Las intensas divisiones del PJ, hoy expresadas hacia afuera en los sellos del FpV y el FR; el primer intento del macrismo de ganar terreno en la Provincia con apoyo de la UCR; el devenir propio de las gestiones locales que agotaron su capacidad de reproducirse y llegaron a poner en duda el mito del "aparato electoral imbatible"; las rivalidades políticas entre gobierno Nacional y Municipal; explican a grandes grandes rasgos el escenario actual.

Para dimensionar el panorama de los que peligran su continuidad en octubre, vale la pena repasar a los ya caídos de las PASO, Raúl Othacehé (Merlo), Darío Giustozzi (Almirante Brown), Mariano West (Moreno) y Daniel Di Sabatino (San Vicente); a los que directamente la puja previa los dejó afuera, a saber, Darío Díaz Pérez (Lanús) y Sandro Guzmán (Escobar); y a los que se aventuraron a otras postulaciones, como Fernando Espinoza (La Matanza) y Gustavo Carballo (Magadalena).

La cantidad de distritos y la densidad de los nombres en pugna, marea hasta a los más entusiastas seguidores de la política. La lista a continuación se enfoca en los que se presentaron a la reelección y podrían caer en octubre. Acá están, esto son:

Luis Emilio Acuña (FR)

Si bien amagó con irse del massismo varias veces, el intendente de Hurlingham optó por quedarse en el Frente Renovador poco antes del cierre de listas de las PASO. En agosto sacó apenas el 25,22% y terminó segundo. El candidato local del FpV, Juan Zabaleta fue el más votado con el 40,67%, mientras que Lucas Delfino, de Cambiemos, obtuvo el 22,81%.

Acuña llegó al cargo en 2001, de manera interina, y lleva cuatro mandatos consecutivos. Para lograr el quinto en octubre debería remontar quince puntos de ventaja. Parece difícil.

Jesús Cataldo Cariglino (FR)

A diferencia de Acuña, el histórico jefe de Malvinas Argentinas se pasó al PRO a comienzo del año, cuando no tuvo el apoyo de Massa para ser Gobernador. Pero al filo de la presentación de listas volvió con el tigrense. En agosto también salió segundo, aunque con una mejor performance, del 39,75%. El candidato del FpV, Leonardo Nardini lo superó por menos de un punto, con el 40,59%. Cambiemos sólo sacó el 11,43%, lo que augura una elección reñida y polarizada en octubre.

Jesús Cataldo está al frente de Malvinas desde la primera elección del muncipio, en 1995. Lleva cinco mandatos al hilo. Por primera vez su continuidad está en riesgo.

Joaquín De La Torre (FR)

Massista de la primera hora, el alcalde de San Miguel es uno de los armadores provinciales del FR. Con el 31, 65% se impuso como el precandidato más votado de las PASO. Lo secundó Franco Laporta, ganador de la interna del kirchnerismo, con el 18,09%. Sin embargo, los cuatro candidatos locales del FpV totalizaron un 41,9%. Si Laporta concentra todo ese caudal en las generales, será imbatible.

Joaquín llegó a la intendencia en 2007, cuando se presentó por segunda vez. En 2011 se impuso con claridad sobre Aldo Rico. Su permanencia en el municipio no está asegurada para el 2016.

Humberto Zuccaro (FPV)

Retornado al FpV, el jefe comunal del partido Del Pilar superó la interna por un pelo. Le ganó a José Molina por tan solo 54 votos, en un escrutinio tan fino que se estiró por semanas. Ambos sumaron el 50,18%. Su principal rival en octubre será el macrista Sebastián Neuspiller, quien logró el 29,48%. Sin su candidato natural, el massismo apenas llegó al 12,75%. Molina avisó que llamará a votarlo, por lo que lo esperable es que gane en octubre.

Humberto dirige el municipio desde el 2003. La obseción por el cuarto mandato lo llevó a cambiar de espacio peronista dos veces en los últimos dos años. Superado el susto de agosto, la permanencia hasta el 2019 es muy probable aunque no está garantizada.

Hugo Omar Curto (FpV)

El barón del oeste tuvo una de las performances más flojas de los distritos K. Pese a no haber tenido interna en las PASO, sacó el 32,67%. Quien le compite palmo a palmo la conducción de Tres de Febrero es el periodista macrista, Diego Valenzuela, que obtuvo el 30,63%. El frente UNA obtuvo el 24,9%, pero repartido entre cinco candidatos, donde Martín Jofre fue el más votado, con menos de diez puntos. Las negociaciones por los votos del massismo son feroces.

Curto tiene seis elecciones municipales ganadas en su haber y está en el cargo desde 1991. El kirchnerismo busca apuntalarlo para que llegue a los 28 años corridos de mandato.

Francisco Virgilio Gutiérrez (FpV)

La tercera sección electoral es donde el oficialismo está más fuerte. La única excepción es el intendente de Quilmes. Con el 23,31% el Barba superó a Daniel Gurzi en la interna del FpV por cinco puntos. El precandidato más votado de las PASO fue el mediático Martinano Molina de Cambiemos, con el 27,86%. En tanto, el massista Walter Queijeiro quedó algo resagado con el 18,98%. El problema de Gutiérrez es el alto nivel de rechazo a su gestión, aunque la ventaja es el apoyo local que tienen los candidatos del FpV, que se refleja en los cargos provinciales y nacionales.

Francisco Virgilio se convirtió, en 2011, en el primero en lograr una reelección en Quilmes, que conduce desde 2007. El distrito del sur es esquivo para las dinastías. Octubre es un desafío complejo para el dirigente de la UOM, pero no imposible.

Oscar Pablo Bruera (FpV)

La Cámpora jugó fuerte con Saintout para ganarle la interna, pero el intendente de La Plata sorteó el obstáculo por cuatro puntos, con el 18,3%. Lo curioso es que el escaso resultado le alcanzó para ser el más votado en las PASO. La multiplicidad de postulantes en la capital bonaerense dispersó al electorado como en ningún otro distrito. El FpV totalizó el 33,22%. Mientras que los tres candidatos de Cambiemos llegaron al 33,44%, donde Julio Garro fue el ganador. Con cinco postulantes, UNA alcanzó el 17,77%. Es una incógnita quién capitalizará los votos de los derrotados de agosto.

Bruera está en el cargo desde el 2007 y busca su tercer mandato. El intendente quedó manchado por la inundación de 2012 y recibió críticas constantes, incluso desde sectores del oficialismo. Pero que el PRO dirija la Plata no causa gracia. Puede pasar cualquier cosa.

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