De la mano del vicegobernador electo, el radical Daniel Salvador, la UCR busca meter gente propia en el futuro gabinete bonaerense.
Los boina blanca además esperan que una victoria de Mauricio Macri en el balotaje multiplique los espacios a llenar por parte de Cambiemos, entre los puestos que se necesitarán para gobernar la Capital, la provincia y tal vez la Nación.
Según las estimaciones de Cambiemos, harán falta 12 mil nombres en total.
Así, según pudo saber Primereando, uno de los candidatos que tiene anotado Daniel Salvador es un hombre de su riñón, elegido para comandar el Ministerio de Salud.
Se trata del exdiputado provincial y médico cardiólogo de Chivilcoy, Luis Blanco, número puesto para estar al frente de la cartera sanitaria. Al menos, ese es el deseo radical.
Blanco es un fuerte operador de la cuarta sección electoral, que ocupó una banca en la Legislatura bonaerense entre 1995 y 1999 –y fue uno de los promotores de la legislación que prohibió fumar en espacios privados.
Pese a la expectativa radical, desde el PRO no tienen planes de regalar demasiados espacios a su socio minoritario, lo que ya generó cierto malestar en la UCR, por ahora contenido gracias a los esfuerzos del senador Ernesto Sanz.
Presidente del partido, Sanz ambiciona el ministerio de Justicia nacional, en caso de que Macri gane el balotaje. Y por eso prefiere no hacer olas y tomar lo que Vidal esté dispuesta a conceder.
Lo único acordado por ahora, según pudo saber Primereando, es que de haber un puesto para la UCR, el nombre surgirá de una propuesta de Salvador. Aunque primero Vidal debería habilitar y detallar de qué cargo se trataría.
Blanco además fue candidato suplente de Esteban Bullrich como representante en el Parlasur. Así, en caso de que Blanco vaya a Salud y de que Bullrich asuma como ministro de Educación (de Vidal o Macri, tal como se rumorea), al Parlasur terminiría yendo Paola Caputo, la hija del ex canciller Dante Caputo.