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Preocupado por el impacto político, ahora el Gobierno se distancia del fallo de la Corte

El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Justicia, Gustavo Garavano, salieron a marcar distancia con lo resuelto por el máximo tribunal, que otorgó el beneficio de 2×1 al represor detenido Luis Muiña. Según un informe, más de 200 genocidas podrían quedar en libertad.

Con esas declaraciones, los funcionarios de Cambiemos intentaron un cambio de rumbo en el Ejecutivo. Porque ni bien se conoció el fallo, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, apoyó a la Corte: "Si los jueces consideraron que el marco legal permite esto tengo que respetar el fallo. Estoy de acuerdo con el fallo", dijo.

Ahora, Peña y Garavano mostraron otra postura. El Jefe de Gabinete aseguró que "el 2 por 1 es un símbolo de la impunidad en la Argentina". "La Justicia es independiente. La Corte Suprema tiene personas independientes y son responsables de sus fallos. La política que lleva adelante el Gobierno es de continuar con la política de memoria, la verdad y la justicia", siguió en declaraciones radiales.

Por su parte, el ministro de Justicia se manifestó en la misma línea: "Un fallo del 2×1 no me parece bueno en ningún escenario". Y agregó: "De ninguna manera hay un cambio de época para que los represores se vayan de las cárceles".

Todavía no se conoció la visión del presidente Mauricio Macri sobre lo resuelto por la Corte Suprema. El mandatario ha mantenido posiciones controversiales sobre la política de derechos humanos.

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