PAMI propone que Farmacity ingrese como prestador pleno y en igualdad de condiciones que el resto de las farmacias de todo el país en el nuevo convenio con la industria. La COFA denuncia que sería “escandaloso”. El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, sin duda, el gran ganador del nuevo esquema.
“Con el nuevo convenio todos pierden…los jubilados que le van a dar menos medicamentos, la industria que pierde el validador y le ponen precios máximos, las farmacias que no saben si van a cobrar y cómo. El único que gana es Quintana: 15 millones por mes al bajársele la bonificación a Farmacity del 26% al 15% y el PAMI le va a dar el alta para que atienda en todas las sucursales que no tienen PAMI”, sintetizó un dirigente del Colegio de Farmacéuticos de Capital Federal, al término del último confederal de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), en que se debatieron medidas para resistir el avance de la cadena.
Isabel Reinoso, titular de la COFA, confirmó que “lo que el PAMI está solicitando para el nuevo convenio es otorgar el propio PAMI las altas de farmacias”.
“En los últimos años y tal como lo dice el convenio para dar de alta a una farmacia debe además de presentar los papeles de habilitación por parte de la autoridad sanitaria, cumplir con las disposiciones legales sanitarias de cada jurisdicción o Provincia”, explicó Reinoso.
“Como sabemos esta cadena Farmashopping no cumple (con esas disposiciones legales) así que si esto sucede nos opondremos como lo vinieron haciendo las entidades farmacéuticas desde 2011”, prometió.
Reinoso subrayó que “además sería escandaloso que por influencias políticas logre las altas cuando sigue sin cumplir las normativas sanitarias de las respectivas provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
“Es verdad, una de las exigencias de Sergio Cassinotti (titular del PAMI), es dejar entrar a Farmacity. Nosotros le avisamos a las confederaciones farmacéuticas apenas pusieron la exigencia sobre la mesa”, explicaron voceros de la industria.
Estos voceros ratificaron el apoyo de las cámaras empresarias a los farmacéuticos que han sido una de las patas históricas del convenio pero dejaron abierto un interrogante:”van a tener que ir a negociar a la Jefatura de Gabinete…”.
Pero sucede que en la Jefatura de Gabinete habita Mario Quintana el ex CEO de Farmacity y a quien se le adjudica los cambios que se quieren introducir en el convenio.
Cabe recordar que hace años durante una dura pelea con la industria, Quintana acusó directamente a los laboratorios nacionales (y en especial a uno) de bloquear su ingreso pleno al PAMI ya que solo veinte sucursales estaban autorizadas para atender a los jubilados.
“Con el nuevo esquema se perjudica al 70% de las farmacias y solo se salva el 30%, incluidas cadenas como Farmacity que tendrá el respaldo financiero propio para sostener la atención al PAMI mientras ahogan a la farmacia de barrio o de pueblo”, se lamentó el dirigente del colegio porteño.
Para el dirigente el esquema es “tan perverso” que las farmacias de pueblos o localidades alejadas que pagan una bonificación del 10 por ciento diferencial, “ahora pagarán 15% igual que Farmacity”.
También se entiende la demanda de PAMI de acceder a la base de datos y a la transferencia de Farmalink como una exigencia de Quintana para fortalecer el negocio de Farmacity.
El convenio no está cerrado y por lo tanto el crimen todavía no ha sido cometido. Pero parece que falta poco, a menos que estalle una rebelión y los actores de la industria y los farmacéuticos decidan patear el tablero, algo que no se percibe por ahora.
“Esto solo se puede resolver con una reunión política de alto nivel”, especulan los voceros mirando hacia la Casa Rosada.
En realidad, ya hubo una reunión en Olivos entre el presidente Macri, al regreso de las vacaciones, y algunos empresarios farmaceúticos “amigos” que originaron expectativas ahora irresueltas.
“Dejar en manos de terceros el manejo de negociaciones, en las cuales están en juego los intereses de todos, nunca será una opción válida para nosotros. Las consecuencias pueden ser letales: cualquier sacrificio o concesión que el negociador acuerde con el PAMI necesariamente repercutirán en las economías de las farmacias, con especial impacto en las pequeñas y medianas."
Concretando nuestra visión, diremos que de ningún modo comulgamos con la idea de dejar todo sin cambios y solo demandar que PAMI afecte más dinero a la operatoria.
Por el contrario, consideramos que la mejor opción para producir beneficios para el conjunto (incluido PAMI), pasa por implementar mejoras en la gestión de procesos y recursos, como condición previa imprescindible para determinar si realmente hace falta una mayor inversión por parte de PAMI".
Fuente: Pharma Baires