Los precios de las naftas y el gasoil volverán a aumentar este sábado. Esta vez no será por la escalada del dólar o el precio internacional del barril del petróleo, sino que será como consecuencia de la suba del impuesto que grava al carbono y a los combustibles líquidos.
El nuevo incremento, que durante 2019 subieron 13 por ciento, afectará al bolsillo de los usuarios que viene golpeado por una inflación sin control desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri. El aumento de los combustibles se traslada al costo de la logística y distribución de los diferentes productos de la canasta básica.
Si se tiene en cuenta que en diciembre de 2015 el litro de nafta súper rondaba los 14 pesos y con el nuevo incremento se irá a más de 43 pesos, el acumulado desde la asunción del presidente Mauricio Macri superó más del 200 por ciento.
La recesión económica también afecta a los propietarios de las estaciones de servicio que vienen denunciando una merma de las ventas productos de los constantes aumentos. “Llevamos siete meses de ventas en baja, con una caída del 30 por ciento. Esto es algo que trae preocupación a nuestro sector. No estamos contentos con el nuevo aumento” explicó el Secretario de la Cámara de Empresarios de Combustibles, Raúl Castellanos.