Por Andrés Fidanza
El ascenso de Alberto Fernández incluso causó una alteración en el sistema de interlocuciones, que todavía no decantó. La postulación del ex jefe de gabinete ya logró un efecto indirecto: Matías Lammens, el presidente de San Lorenzo, se decidió a competir por la alcaldía porteña. Y algo más: se corrió de la tercera vía nacional, representada por Roberto Lavagna. Tras el anuncio hecho por Cristina Fernández, el equipo de Lammens empezó un alejamiento paulatino de la avenida del centro, por estas horas envuelta en internas copadas por el peronismo.
La intención del presidente cuervo era debutar electoralmente en una zona más asociada al progresismo. En concreto, pretendía estar más cerca del gobernador socialista Miguel Lifschitz, que de Sergio Massa y el salteño Juan Manuel Urtubey.
El pequeño renunciamiento de Cristina Fernández a su vez debilitó la resistencia que tenía Lammens a intentar un acuerdo con el kirchnerismo. Ahora, su celular registra charlas con todos: desde Mariano Recalde hasta la diputada Vicky Donda, pasando por el legislador socialista Roy Cortina y Marco Lavagna. Su aspiración es ser parte de un gran frente opositor: una suerte de albertismo ampliado.
Su carambola soñada sería entrar al balotaje contra Horacio Rodríguez Larreta, aunque sea por la ventana. Quiere repetir la historia que protagonizó Martín Lousteau en 2015, pero con un desenlace que lo de ganador.
Su candidata a vice sería una referente del movimiento de mujeres. “Emocionante. Hicieron historia. Gracias. #AbortoSeráLey", tuiteó, tras la media sanción en diputados al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Su speech contra Larreta hará eje en los problemas sociales (en los últimos tres años se duplicó la indigencia en la Capital, alcanzando a 200 mil personas), la falta de vacantes escolares y la privatización de terrenos estatales.
Presidente de San Lorenzo desde 2013, en sociedad con Marcelo Tinelli, Lammens tiene 39 años, es abogado y dueño de una empresa de distribución de vinos llamada Ñuke Mapu. Su base de militantes incluye dirigentes sociales, oenegeistas, intelectuales e investigadores del Conicet.
Si bien todavía no son parte de su equipo, hay dirigentes de peso que están muy cerca de su armado. Una es la médica Zulma Ortiz, ex ministra de Salud de María Eugenia Vidal. Ortíz renunció hace dos años por presiones de la Iglesia y de los sectores conservadores de Cambiemos. La ex ministra bonaerense había adherido al protocolo de atención de abortos no punibles. También el economista Eduardo Hecker, ex funcionario de Aníbal Ibarra, es un referente de consulta para Lammens. Colaborador del premio Nobel Joseph Stiglitz, Martín Guzmán es otro de los intelectuales que lo asesora.