En diciembre, Riquelme se enfrentará a la lista de Macri.
Anoche, tras la derrota de Argentina ante Uruguay por 2-0 en el clásico rioplatense, la justicia volvió a clausurar el estadio de Boca Juniors, conocido como La Bombonera. Lo hizo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que responde al macrismo. Esa fuerza política pretende quedarse con el club en las elecciones que se disputarán en diciembre.
La insólita medida se basa en la supuesta superación de la capacidad de público permitida durante el encuentro correspondiente a la quinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. ¿Es el único estadio donde pasan cosas así?
En un comunicado oficial, el Club Atlético Boca Juniors negó rotundamente haber excedido la capacidad máxima del estadio. Además, la institución denunció lo que describió como “animosidad contra la institución” por parte del Poder Ejecutivo porteño. El club expresó su orgullo por haber recibido a los campeones del mundo en un ambiente festivo y normal, y lamentó la decisión de la agencia gubernamental de control de clausurar La Bombonera.
En diciembre, la lista oficialista, en cabeza de Juan Riquelme, enfrentará al sector conducido por Mauricio Macri. Ahora, el gobierno porteño, en manos del PRO, se mete en esa interna perjudicando a miles de hinchas xeneizes. Nunca toma una medida así para otros clubes. ¿Raro, no?