La idolatría del candidato libertario para con los enemigos del país constituye una grave afrenta a los veteranos de Malvinas y al pueblo argentino en su conjunto.
Por Ignacio Corradi
Sabido es que el candidato de LLA tiene una fuerte y declarada tendencia anglofila que va mas allá de su apoyo (a través de su candidata a canciller Mondino) a la estrategia de argumentos coloniales británicos como el falaz principio de “autodeterminación”, o su reiterada admiración por quien condujo la guerra de Malvinas contra nuestro país, la ex primer ministra Margaret Thatcher, que ordenara el hundimiento del Crucero General Belgrano el 2 de mayo de 1982, hecho que además de sepultar los esfuerzos diplomáticos para solucionar el conflicto en ese contexto, se cobró la vida de 323 argentinos, casi la mitad de las bajas que el país sufrió durante la defensa de las islas.
Pero poco ha trascendido sobre la admiración de Javier Milei por una figura que en el marco del conflicto militar entre Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña, propuso y respaldo mediante carta una iniciativa que implicaba el bombardeo del territorio continental argentino.
Uno de los promotores y entusiastas de esta iniciativa, que de haberse ejecutado se hubiera cobrado la vida probablemente de centenares o miles de civiles argentinos, fue uno de los teóricos predilectos de Javier Milei, el economista austriaco Friedrich August von Hayek. Este teórico en carta hoy desclasificada y disponible en el sitio web de la Thatcher Foundation, expresaba lo siguiente:
Del profesor F. A. Hayek, FBA
Señor: Aunque comprendo perfectamente que el Gobierno británico no desee mencionar esto, tal vez habría que recordar a la Argentina que ninguna norma de derecho internacional prohibiría replicar a otro ataque militar contra lo que durante 150 años ha estado bajo la jurisdicción de Gran Bretaña mediante algún contraataque a la fuente geográfica de tan belicosa acción.
Esa podría ser una protección más efectiva que convertir a las Malvinas en una fortaleza. Un agresor tiene. ningún derecho a exigir que la acción hostil se limite a la región que elija.
Atentamente,
F.A. HAYEK.
Urachstrasse, 27,
d-7800 Friburgo (Breisgau)
Alemania Occidental.
10 de febrero
Se puede corroborar y acceder a la fuente del documento en el siguiente sitio:
El plan
Como bien explica el investigador Alejandro Amendolara, en su articulo “Opción 13 : el plan secreto de los ingleses para bombardear Buenos Aires durante la guerra de Malvinas”, se trato de un análisis preliminar donde los mas altos mandos militares británicos evaluaron la posibilidad de realizar ataques directos al territorio continental argentino por medio del bombardeo de aviones de largo alcance Avro Vulcan, con ese objetivo en mente el articulo destaca:
“Con esta finalidad se confeccionó un informe con los posibles blancos de carácter económico en territorio argentino, apuntando principalmente a campos y refinerías petrolíferas; yacimientos y sistemas de gasoductos, sobre nudos de las redes ferroviarias, y el sistema de carreteras, y de sus efectos para el esfuerzo militar y sobre la población”.
El articulo concluye que el mencionado plan siempre estuvo sobre la mesa de planificación, a la espera de obtener luz verde en el Gabinete de Guerra pero la idea se fue modificando y las intenciones de los planificadores británicos se centraron en ataques a la Isla de Tierra del Fuego y algunas bases patagónicas desde las cuales partían los aviones argentinos que tantos dolores de cabeza y daños le infligieron a la fuerza de tareas británica.
La desmalvinización avanza
Milei en su ultimo debate presidencial previo al ballotage, acusó al candidato de UxP Sergio Massa de utilizar “discursos patrioteros” en relación a Malvinas. La respuesta del candidato libertario de bajarle el precio a la causa Malvinas degrandándola a “discurso patriotero” no es casual. Desde su marco teórico y posicionamiento ideológico, los reclamos de soberanía y todo aquello que tenga el carácter de causa nacional o bien que active tal sentimiento y toma de conciencia sobre los intereses colectivos de los argentinos, son en términos económicos “externalidades o distorsiones” que interfieren con su ideal de un mundo sin estado regido por el mercado en perfecta competencia y armonía de empresas y actores privados. De allí también el notable desconocimiento demostrado durante el ultimo debate sobre como funciona el sistema de comercio internacional, donde el libertario parecía querer forzar la realidad mundial para que encaje con su absurdo y disparatado marco teórico anarco capitalista.
En resumidas cuentas, para Milei el estado no debería existir (dicho por el mismo al afirmar que el estado es su enemigo y que es la causa de todos los males) y por lo tanto los reclamos de soberanía como el de Malvinas menos aun. Es en esta misma línea que se deben leer las declaraciones de su candidata a canciller Diana Mondino, que no casualmente pondera positivamente la gestión del ex presidente Macri, a quien hoy Milei esta subordinado y cuyo gobierno implicó un serio retroceso en materia de reclamos y de ejercicio de la soberanía, con el bochornoso pacto Foradori-Duncan. Pacto marcado por numerosas irregularidades y escándalos, pero donde lo que mas importa destacar es que se trató de un acuerdo lesivo a los intereses nacionales. Hoy este vergonzoso acuerdo hecho a espaldas de las instituciones y que bien podría constituir un acto de traición a la patria, fue felizmente dejado de lado por el actual gobierno, en otra clara muestra de que en torno a nuestras Malvinas hay dos modelos en pugna que también se dirimirán en estas elecciones: la línea que propone una abierta claudicación de nuestros reclamos en nombre del mercado, representada por Macri – Milei. Y la linea nacional que sostiene el histórico reclamo argentino expresado además como mandato irrenunciable en nuestra Constitucional Nacional.