Lo anunció la administración libertaria utilizando la frase de “proceso de reorganización”, que recuerda al nombre con que se denominó a la última dictadura cívico-militar.
En medio del escándalo montado por el presidente de la Nación, Javier Milei, en España y que se lleva todas las miradas por estas horas, el Gobierno nacional anunció a través de un comunicado oficial publicado que los sitios web y redes sociales de los medios públicos suspenderían su actividad hasta nuevo aviso.
Paradójicamente, la medida fue comunicada precisamente a través de las redes sociales de los espacios paralizados, a las 00 horas de este martes. A pesar del inusual horario y de los temas que acaparan la agenda por estas horas, la noticia no pasó desapercibida, en particular por un detalle en el comunicado que fue interpretado como una franca provocación.
“Los Medios Públicos se encuentran en un proceso de reorganización que tiene como objetivo mejorar la producción, realización y difusión de los contenidos que se generan”, inicia el documento, que rápidamente ocasionó reacciones de disgusto.
En las redes sociales, una gran cantidad de usuarios remarcó el poco feliz empleo de palabras que remite a la última dictadura cívico militar, cuyos representantes autodenominaban “proceso de reorganización militar”.
El Gobierno anunció que “por eso, se ha tomado la decisión de pausar temporalmente todos los contenidos de las redes sociales y páginas web de los Medios Públicos” y precisó: “Esta medida abarca a las redes sociales y sitios web de Televisión Pública, Radio Nacional, las emisores del interior, FM Clásica, FM Rock, FM Folclórica, Paka Paka y Canal Encuentro, hasta que se reorganicen los procesos de trabajo y producción de contenidos”.
Sobre el final, concluyeron señalando que “de esta manera, se unificarán los criterios de difusión en redes sociales y se reiniciará la comunicación digital luego de una reorganización interna de las empresas”.
En los sectores civiles y políticos más comprometida con las causas de Derechos Humanos y en particular con la de Memoria, Verdad y Justicia respecto al Terrorismo de Estado perpetrado entre 1976 y 1983 no cayó nada bien el léxico particularmente alusivo que se utilizó y que vino a agravar la ya preocupante noticia de suspender la publicación de contenidos en un marco de desfinanciación de los medios públicos.
Tras el cierre de la Agencia Télam, la programación de los medios había comenzado a verse afectada, retirando programas icónicos como Cocineros Argentinos en la TV Pública, y emitiendo contenido repetido. Ahora fue el turno de los sitios web y redes sociales, cuya reanudación no quedó claramente pautada.