El conflicto lleva casi un mes.
El conflicto en Misiones escaló al punto que los manifestantes que reclaman mejoras salariales para varios sectores fueron hasta la casa del gobernador Hugo Passalacqua para escracharlo.
La Legislatura debió sesionar a puertas cerradas y un grupo de docentes derribó las vallas para ingresar al palacio. La policía los reprimió y por eso luego se movilizaron al domicilio del gobernador. El reclamo reúne a docente, a sectores de la policía, de la salud y ahora se sumaron judiciales. Lleva casi un mes y no hay acuerdo a la vista.
Entre otras cuestiones, los trabajadores públicos reclaman aumentos salariales. Aseguran que ganan menos de 400 mil pesos, mientras la canasta para no ser pobre supera el millón de pesos por grupo familiar. Así no alcanza.
Mientras, el gobierno de Javier Milei mira para otro lado y se desinteresa del conflicto en una provincia donde ganó de forma holgada. Misiones no es la única provincia donde empiezan a repetirse situaciones de reclamos. Milei no la quiere ver.