Una encuesta de la Unión Industrial Argentina (UIA) arrojó datos demoledores sobre el estado de las industrias del país, las Pymes son las mas afectadas.
La industria, uno de los motores que debiera comenzar a traccionar la economía local, sigue arrojando indicadores negativos. Más de la mitad de las empresas del sector afirma que en abril tuvieron caída de producción y de ventas, mientras que un cuarto de ellas refiere un deterioro en sus niveles de empleo.
Estos resultados surgen de la II Encuesta UIA 2024, que recogió respuestas de 1210 empresas de diversas actividades, regiones y tamaños, entre el 1° y el 15 del actual. El Monitor de Desempeño Industrial (MDI) que surge de este trabajo y que adelanta el ciclo de la actividad se ubicó en 35,5 lo que representó una caída de 4,9 puntos porcentuales (p.p.), respecto de igual mes del año pasado. “El resultado obedece a que en la mayoría de los indicadores se observaron datos contractivos”, se concluyó en el informe.
El economista Pablo Dragún, director del Centro de Estudios de la UIA, comentó que el MDI es predictivo de caída. “Las proyecciones para los próximos meses anticipan que se profundizará esta tendencia, con incremento de los costos y caída de la demanda. Vemos que se está tensando la cadena comercial, que bajaron los tiempos de entrega y los stocks y que se ampliaron plazos de pago. La baja en las tasas de financiamiento da un poquito de oxígeno en este sentido, aunque la caída de la demanda es muy fuerte”, señaló. Y agregó: “Que el MDI esté en niveles similares a julio 2023 y no tan por debajo de octubre 2023 muestra que la baja es un poco estructural”.
En este contexto, 53% de las entrevistadas mostró caídas de producción (versus 35% en abril de 2023); y solo 12% tuvo subas; mientras que en lo que respecta a ventas, 60% dijo que sufrió disminución en el mercado interno y 37% afirmó que tuvo baja en sus exportaciones.
Otro dato preocupante tiene que ver con la pérdida de puestos de trabajo. Casi una cuarta parte de las encuestadas (24%) reportaron caídas en el nivel de empleo –el valor más alto de la serie–. “Por tercer relevamiento consecutivo, son más las empresas que reducen su nivel de empleo que aquellas que lo aumentan”, se agregó en el informe.
A la luz de estos resultados, no suena extraño que 55% de las compañías consultadas haya presentado dificultades para afrontar al menos uno de los siguientes pagos: salarios, proveedores, compromisos financieros, tarifa de servicios públicos e impuestos. “Es el segundo relevamiento con un atraso mayor al promedio de la serie. Creció el porcentaje de empresas con dificultades para hacer frente a todos los pagos: 12% contra 7% en enero”, se precisó.
En medio de este escenario, en el que 58% de las empresas afirman que su situación está peor que hace un año, se abre un resquicio para la esperanza: a la hora de expresar sus expectativas para los próximos 12 meses, 62,1% estima que su situación mejorará (esa cifra aumenta a 68,3% cuando se refieren al país).
Luego de la caída en marzo de 19,9%, según el último dato informado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, este análisis de la UIA anticipa que la contracción continuará, al menos, en el corto plazo.
Cuando se les preguntó por sus preocupaciones, 30,2% respondió que la principal es el aumento de costos, aunque también 25,1% hizo referencia a la caída de la demanda de otros sectores y 23,3%, a la caída de la demanda de hogares (23,3%). Además, un 8,4% colocó como preocupación a la caída de obra pública; otro 8,1%, a la falta de financiamiento, y un 4,8%, a la imposibilidad de acceso a insumos importados.
Pymes en problemas
Si se pone el foco exclusivamente en las pequeñas y medianas empresas (pymes), se ve que allí las cosas tampoco marchan muy bien y que se exhibe un menor dinamismo. Según surge de sus respuestas, un 54% de las encuestadas registró una baja en la producción, mientras que solo un 11% tuvo subas.
Esta misma predominancia de las empresas con caídas se observó en las ventas tanto al mercado interno como externo. Los sectores más afectados por la caída de ventas internas fueron confecciones, cuero y calzado, metales comunes, minerales no metálicos y papel, cartón y madera. También en el empleo hubo indicadores preocupantes, ya que 24% de las empresas redujo su dotación de personal, frente a sólo un 6% que lo incrementó.
Fuente: La Nación