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La era Milei: Argentina figura entre los países que expulsan más científicos

La prestigiosa revista internacional Science colocó al país en una lista que señala que los científicos argentinos están huyendo por falta de oportunidades y el clima de ajuste del gobierno libertario.

La prestigiosa revista internacional Science colocó al país en una triste lista que señala que los científicos argentinos están huyendo por falta de oportunidades y el clima de fuerte ajuste. Las consecuencias de las políticas del gobierno de Javier Gerardo Milei se empiezan a ver, y la Argentina comparte la nómina con Siria, Turquía, Etiopía, Irán, Afganistán y Ucrania.

Desde que llegó a Casa Rosada, Javier Milei implementó su plan motosierra para recortar áreas del Estado. Una de las más afectadas es sin dudas la ciencia. Desde que asumió como director del CONICET Daniel Salamone, se despidieron a más de 200 trabajadores, se postergaron las becas y trabaja con el presupuesto del 2023.

Estas medidas no pasaron inadvertidas para la prensa internacional. La revista Science, reconocida mundialmente como publicación del universo científico, en su editorial del 13 de junio, colocó al país en una penosa lista que señala el exilio de los científicos. Argentina comparte el horrible estigma junto a Siria, Turquía, Etiopía, Irán, Afganistán, y Ucrania. Es decir, ninguno de los países a los cuales Milei dice que quiere parecerse.

El editorial señala como causante de este exilio causas tales como la guerra, la represión política, la crisis climática, y la falta de oportunidades para practicar ciencia. Esto último junto con la represión política son situaciones que los profesionales argentinos viven desde que el gobierno de La Libertad Avanza está en el poder.

Lejos estamos de los tiempos en donde nuestro país era ejemplo, y enviaba satélites al espacio. Con Javier Milei en el poder, la prensa internacional ve como los expertos argentinos deben migrar para poder encontrar las condiciones mínimas para que sean valorados como merecen.

Esta triste situación solo puede rememorar a las dictaduras de Juan Carlos Onganía en 1966 y a la de Jorge Rafael Videla en 1976, en las que se promovieron fugas de cerebros, por exactamente las mismas causas. De manera lamentable, el presidente ha decidido seguir esos penosos ejemplos y la ciencia argentina sufre las consecuencias, dejando al país sumido cada vez más en la inmensidad de la ignorancia, y retrasando su desarrollo científico tecnológico, viéndose obligados a depender y pagar por tecnología proveniente de otros países, en muchos casos desarrollada por científicos argentinos.

Fuente: Periferia Ciencia

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