Cristina intimÃģ a la Corte Suprema porque todos los jueces se excusan de intervenir en el espionaje macrista

El deterioro de la Corte Suprema es total. Connivencia con el macrismo.

La vicepresidenta de la NaciÃģn Cristina FernÃĄndez Kirchner intimÃģ a la Corte Suprema de Justicia a que de manera “urgente” defina quiÃĐnes serÃĄn los magistrados del alto cuerpo que intervendrÃĄn en los recursos por la causa de espionaje ilegal que se habría cometido durante el macrismo. Se da una situaciÃģn insÃģlita: todos los ministros se excusaron. La complicidad de los jueces con el PRO parece total.

AdemÃĄs, apelÃģ con duros cuestionamientos la decisiÃģn de la CÃĄmara Federal que considerÃģ que el accionar de los espías no constituyÃģ una “asociaciÃģn ilícita”. Es decir: Âŋse escucharon a mÃĄs de 300 personas y organizaciones sin un sistema detrÃĄs? ÂŋSe “cortaron solos”, como suele decirse? ÂŋLa “gestapo antisindical” tampoco existiÃģ?

“La conducta adoptada por los Sres. Ministros que integran la Corte Suprema de Justicia de la NaciÃģn, Dres. Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz, quienes pese a encontrarse debidamente anoticiados de las irregularidades que se cometían en este expediente y no obstante la gravedad de la situaciÃģn planteada, no solo omitieron dar una respuesta jurisdiccional a los recursos deducidos (algunos de ellos, hace mÃĄs de ocho meses), sino ademÃĄs, recientemente, han decidido apartarse de la causa, sin brindar una explicaciÃģn suficiente que justifique tal temperamento. De esta manera, al día de la fecha, el mÃĄs Alto Tribunal del país carece de jueces hÃĄbiles para intervenir en este expediente”, dice la presentaciÃģn de los abogados de CFK.

Ayer, miles de personas se reunieron frente a los Tribunales para pedir una Corte Suprema independiente. Nunca antes en la historia de la democracia, Argentina tuvo un sistema judicial tan corrompido como ahora.

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Multitudinaria marcha por una “justicia democrÃĄtica”: “Tenemos una Corte nefasta”

Las organizaciones que convocaron al acto difundieron un duro documento.

MÃĄs de 50 mil personas se reunieron frente a la Corte Suprema para pedir una “justicia independiente y democrÃĄtica” y el fin del lawfare. Durante el gobierno de Mauricio Macri, la connivencia del Ejecutivo con sectores de la inteligencia, fiscales, jueces y medios de comunicaciÃģn construyÃģ un entramado mafioso destinado a perseguir rivales políticos. Un ex funcionario de María Eugenia Vidal lo definiÃģ muy bien: “gestapo”. Ese nombre refiere a una organizaciÃģn criminal del nazismo.

“Quien hoy se moviliza es el pueblo, es la gente a la que este sistema de Justicia invariablemente le da la espalda, la ningunea. El pueblo se moviliza porque ha decidido luchar para democratizar la Justicia, para terminar con esa ÃĐlite para unos pocos, con la corporaciÃģn judicial inamovible y colmada de privilegios”, asegura el documento.

“Hoy salimos a la calle para exigir que esta Corte se vaya, para exigir la DemocratizaciÃģn de la Justicia y el fin del Lawfare”, reclamaron.

LeÃĐ el documento completo:

Pronto se cumplen 100 aÃąos de uno de los hechos mÃĄs lamentables e inmorales protagonizados por el Poder Judicial que sellÃģ la suerte de la democracia argentina.

En 1930 la Corte Suprema de Justicia de aquel momento avalÃģ por unanimidad el golpe militar que derrocÃģ al Gobierno popular de HipÃģlito Yrigoyen. Y lo hizo a travÃĐs de una acordada que sentÃģ precedente y justificaciÃģn para todos los atropellos y golpes de Estado que sufriÃģ la Argentina a partir de ese momento.

A casi 100 aÃąos de aquel infame inicio de una era, hoy, en este histÃģrico día 1F, la sociedad argentina se ha autoconvocado masivamente aquí y a lo largo y ancho de todo el país para decir basta.

Quien hoy se moviliza es el pueblo, es la gente a la que este sistema de Justicia invariablemente le da la espalda, la ningunea. El pueblo se moviliza porque ha decidido luchar para democratizar la Justicia, para terminar con esa ÃĐlite para unos pocos, con la corporaciÃģn judicial inamovible y colmada de privilegios.

Se moviliza para construir un Poder Judicial para la gente y no de espaldas a ella. Para decirle basta a esta historia de atropellos y prÃĄcticas violatorias del Estado de Derecho y de la Democracia, ejercidas o legitimadas con su silencio por la Corte.

Gana las calles para peticionar, manteniendo las mejores tradiciones de nuestro Pueblo, ejerciendo ese derecho supremo innegable para hacer oír nuestras demandas en las plazas de toda la RepÚblica y que repliquen allí donde deben ser escuchadas y atendidas.

Esta decisiÃģn que hoy hemos tomado no se agota en este acto. No estamos aquí para inaugurar nada nuevo, venimos a retomar una prÃĄctica genuina, que reconoce numerosos antecedentes.

20 aÃąos atrÃĄs, un grupo de compaÃąeres iniciaba una serie de demandas contra una Corte Suprema antipopular, reaccionaria y manifiestamente subordinada a la voluntad de los poderes fÃĄcticos.

Aquella gesta encontrÃģ luego la determinaciÃģn política que terminÃģ con el desplazamiento de los miembros de ese tribunal nefasto.

Veinte aÃąos despuÃĐs se repite la historia, con un tribunal sin legitimidad alguna, concentrando el mayor descrÃĐdito del que se tenga memoria.

Por ello hoy salimos a la calle para exigir que esta Corte se vaya, para exigir la DemocratizaciÃģn de la Justicia y el fin del Lawfare.

Y cuando decimos que esta Corte no puede seguir, que se tiene que ir, lo decimos interpretando el hastío generalizado que se expresa en todo el país y la certeza de que no hay ninguna posibilidad de lograr la democratizaciÃģn del Poder Judicial con esta Corte en funciones, cuyos numerosos pedidos de juicio político con los que ya deberían haber sido removidos, duermen en el Congreso de la NaciÃģn.

Esta Corte se tiene que ir porque con su reciente fallo de ampliaciÃģn del Consejo de la Magistratura, viola el principio republicano de divisiÃģn de poderes, se sitÚa por encima del Ejecutivo y Legislativo, con el Único fin de presidir tambiÃĐn un Ãģrgano Constitucional de control, manejar el presupuesto de la Corte y del Consejo y garantizar la impunidad de funcionarios del Poder Judicial denunciados y a la vez facilitar el nombramiento de funcionarios afines a su proyecto.

Decimos que se tiene que ir porque con esta Corte no hay Justicia ni hay Democracia plena, y porque condiciona severamente al sistema político y es obstÃĄculo infranqueable para la democratizaciÃģn del Poder Judicial que reclaman las mayorías.

Decimos que se tiene que ir porque es una Corte sin legitimidad, conformada con dos miembros que consintieron ser designados por decreto del Poder Ejecutivo, violando la ConstituciÃģn Nacional.

Decimos que se tiene que ir porque esta Corte viene convalidando sistemÃĄticamente las políticas neoliberales de destrucciÃģn y desmantelamiento de derechos humanos fundamentales, y lo hace en plena articulaciÃģn con los intereses del neoliberalismo global a los que sÃģlo les interesa violar nuestra soberanía.

Esta Corte se tiene que ir porque ha demostrado estar inscripta en una OperaciÃģn Continental de utilizaciÃģn del Poder Judicial para los fines de dominaciÃģn colonial que ni se ha preocupado en ocultar. Esta Corte, que ha recibido con todos los honores al Juez Moro de Brasil que sin prueba alguna y sÃģlo “por sus convicciones”, encerrÃģ al ex presidente Lula, ha mostrado su compromiso con los planes continentales y con los deseos de las embajadas de potencias extranjeras, subordinaciÃģn que afecta gravemente la soberanía nacional.

Esta Corte se tiene que ir porque sÃģlo se ha interesado en resguardar sus propios privilegios como corporaciÃģn judicial mientras se demolían derechos y se hipotecaba la NaciÃģn mediante la imposiciÃģn de una deuda externa impagable con el FMI.

Esta Corte se tiene que ir porque es capaz de contrariar fallos anteriores con resoluciones contrarias a los derechos y garantías que la ConstituciÃģn y los Tratados internacionales les reconocen a los y las trabajadores.

Esta Corte se tiene que ir porque no se hace cargo por el daÃąo que ocasiona con sus decisiones, cuando no escucha, cuando no otorga protecciÃģn eficaz, cuando empeora las condiciones del cumplimiento de las sentencias, cuando no prioriza el derecho a la vida, a la integridad sexual y a la protecciÃģn contra todas formas de violencia, hacia las mujeres y las disidencias, las infancias y los sectores mÃĄs vulnerados del sistema.

Decimos que se tiene que ir porque ya pudimos comprobar la aberrante sentencia del 2×1 con la que debutÃģ esta Corte en 2017 favoreciendo a los genocidas condenados en juicios justos con todas las garantías, que el pueblo movilizado en todas las plazas de Argentina logrÃģ revertir.

Decimos que se tienen que ir porque esta Corte les ha asegurado impunidad a los responsables del terrorismo de Estado que asolÃģ nuestro país. La mora inadmisible en resolver las causas de lesa humanidad que por decenas duermen el sueÃąo de los justos en los despachos de la Corte, les han garantizado impunidad biolÃģgica a los genocidas, responsables de graves violaciones a los derechos humanos que llegan a esa instancia. Simplemente sentÃĄndose sobre los expedientes y demorÃĄndolos por aÃąos, indefinida e injustificadamente, hasta que se mueren o son declarados inhÃĄbiles mentales. Y es así como sus víctimas y familiares no logran alcanzar la justicia por la que tanto bregaron por mÃĄs de 45 aÃąos.

Niegan con su obrar, una tarea inexcusable y fundamental en estos procesos, como es la de garantizar tres pilares bÃĄsicos, que son el derecho a la verdad, a la justicia y a obtener una reparaciÃģn efectiva, consagrando con su omisiÃģn la impunidad de los victimarios.

El caso Blaquier es el mÃĄs emblemÃĄtico. La causa penal estuvo paralizada durante aÃąos en la CÃĄmara Federal de CasaciÃģn Penal primero y luego otro tanto en la Corte.

Esta Corte se tiene que ir porque con ella es imposible modificar este sistema de Justicia patriarcal, sexista y clasista, expresado en sentencias contrarias a la no discriminaciÃģn, a la igualdad y al pleno respeto a la dignidad humana, permitiendo y fomentando construcciones autoritarias y machistas.

Esta Corte se tiene que ir porque ni siquiera cumple con el deber de garantizar el efectivo cumplimiento de la pena impuesta a los responsables de las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en la Última dictadura cívico militar.

Esta Corte se tiene que ir porque impide la negociaciÃģn paritaria colectiva en el Poder Judicial desconociendo las recomendaciones de la OIT que desde hace aÃąos viene exigiÃĐndoselo al Estado argentino

Esta Corte se tiene que ir porque persigue y hostiga a sus trabajadores y trabajadoras y a sus representantes gremiales armÃĄndoles causas, planificando los juicios laborales para que demoren aÃąos emulando a las pretensiones patronales de los sectores neoliberales.

Esta Corte se tiene que ir porque conociÃģ perfectamente y permitiÃģ la sistemÃĄtica persecuciÃģn que diseÃąaron los servicios de inteligencia y el gobierno macrista para perseguir y encarcelar trabajadores y trabajadoras.

Pero el sesgo anti obrero de esta Corte se refleja no sÃģlo en sus sentencias, que recortan derechos laborales con reconocimiento constitucional. El mismo comportamiento de sus integrantes denota innumerables constancias de ese desprecio al trabajador y trabajadora, a la simple ciudadanía.

Con el eufemismo de la seguridad jurídica para estimular las inversiones han propiciado avasallar derechos laborales conquistados en aÃąos de luchas y sacrificios de los trabajadores y trabajadoras y sus organizaciones sindicales. Esta Corte siguiÃģ los pasos de la Corte menemista que convalidÃģ la destrucciÃģn de la protecciÃģn laboral en aquel entorno de privatizaciÃģn de las empresas del Estado.

Todos los esfuerzos de estas Cortes fueron para garantizar la mano de obra barata para los capitales golondrina que vinieron a especular y depredar nuestra economía.

Esta Corte es responsable por acciÃģn o por omisiÃģn de la salvaje persecuciÃģn sindical que se viviÃģ a travÃĐs de intervenciones ilegales a los sindicatos, armado de causas a dirigentes gremiales, persecuciÃģn a jueces del fuero laboral, denigraciÃģn a abogades defensores de derechos humanos, con los que convalidÃģ y asegurÃģ ese avasallamiento de derechos.

Al igual que en la dictadura mÃĄs sangrienta de nuestro país el enemigo interno fueron los sindicatos y los trabajadores y trabajadoras, del mismo modo al amparo de este sistema de justicia existiÃģ la “Gestapo antisindical”. Esas mesas judiciales que funcionaron a nivel nacional y provinciales tuvieron por objetivo el plan macabro de encarcelar a dirigentes sindicales sin un debido proceso y con un sistema de justicia cÃģmplice.

De igual modo, la estigmatizaciÃģn de la justicia del trabajo presentada como contraria al progreso nacional, la demonizaciÃģn de sindicatos y sus dirigentes gremiales como delincuentes, el seÃąalamiento de abogades laboralistas como una organizaciÃģn mafiosa, gozaron del silencio cÃģmplice de este tribunal, sellado con sus sentencias regresivas y antisindicales.

Esta Corte se tiene que ir porque perpetÚa un sistema de administraciÃģn de justicia inaccesible, lento y en todos sus fueros, con lo que somete a esas deplorables condiciones a todos los sectores de la sociedad argentina.

Esta Corte se tiene que ir porque legitimÃģ un sistema de justicia perverso como nunca antes se vio en democracia, sumÃĄndose a la ruptura del pacto democrÃĄtico que perpetrÃģ el Gobierno de Macri con su plan sistemÃĄtico de espionaje ilegal y persecuciÃģn a quien osara oponerse a sus designios.

Esta Corte se tiene que ir porque legitimÃģ el abuso de prisiones preventivas, con decenas de presos políticos obscenamente exhibidos, muchos de los cuales siguen sufriendo esa prisiÃģn en la actualidad.

Esta Corte se tiene que ir porque legitimÃģ pericias fraudulentas, actividades de inteligencia interna, espionaje a los detenidos y sus abogados defensores, aprietes a víctimas para convertirlos en falsos arrepentidos. Del mismo modo abusaron escandalosamente de la prÃĄctica del art 280 para cerrar las causas sin investigar ni fundamentarlo.

Esta Corte se tiene que ir porque legitimÃģ la elecciÃģn arbitraria de tribunales a travÃĐs de sorteos amaÃąados y maniobras ilegales.

Esta Corte se tiene que ir porque legitimÃģ que diversos organismos del Estado y fiscales y defensores oficiales coordinaran la persecuciÃģn a opositores.

Esta Corte se tiene que ir porque legitimÃģ la filtraciÃģn de informaciÃģn reservada a los medios hegemÃģnicos de para generar el clima favorable a la persecuciÃģn política.

Se tiene que ir la Corte que integran Rosatti, Rosenkrantz, Maqueda y Lorenzetti, porque desde hace mÃĄs de dos aÃąos tiene cajoneada la causa que podría resolver en favor de la libertad de Milagro Sala, que lleva mÃĄs de 6 aÃąos detenida y de sus compaÃąeros y compaÃąeras de Tupac Amaru, presos y presas ilegal y arbitrariamente por imposiciÃģn de los poderes fÃĄcticos.

Mientras esa misma Corte, en horas dispuso, escandalosamente, sin sonrojarse y en un trÃĄmite exprÃĐs, en beneficio de tres jueces que subrogan ilegalmente en cargos claves en la justicia federal.

Decimos que se tiene que ir porque es una Corte cuestionada por las mismas Naciones Unidas que, alertada por organismos de derechos humanos argentinos, pidiÃģ informes recientemente al Gobierno Nacional sobre temas que dejan en evidencia la profundidad y gravedad de la crisis que atraviesa el sistema de Justicia.

El Relator Especial de la ONU para la Independencia de Jueces y Abogados Dr. García SayÃĄn inquiriÃģ en noviembre del 2019 sobre:

-La utilizaciÃģn del Consejo de la Magistratura para perseguir, echar jueces y designar allegados.

-La designaciÃģn por decreto de los dos jueces de la Corte

-Las campaÃąas mediÃĄticas y amenazas contra la Procuradora General de la NaciÃģn para lograr su renuncia.

-La discrecional e irregular designaciÃģn de un juez con Competencia Electoral allegado al presidente en plenas elecciones en 2017.

-El ataque sistemÃĄtico a jueces y abogades del fuero laboral.

-La manipulaciÃģn y ataque a funcionaries de la causa Correo Argentino perteneciente la familia de Macri.

-Los ataques al juez que investigaba una red de espionaje integrada por funcionaries y jueces, fiscales y periodistas allegados al poder.

-La designaciÃģn irregular de jueces allegados al presidente anterior en los lugares mÃĄs altos de la Justicia Penal Federal

Sabemos que los atropellos excedieron largamente esos reclamos que surgen del Relator de Naciones Unidas; decenas de jueces y funcionarios probos y valientes enfrentaron a este sistema de justicia y fueron duramente perseguidos y castigados, pero hay muchísimos mÃĄs en el anonimato con digno comportamiento.

Por ello no podemos admitir que la parte de la justicia corrupta sea la que perdura. Por ello exigimos su renuncia porque con esta Corte nunca se va a poder democratizar el Poder Judicial. Y mientras no lo logremos tendremos que salir como ahora a la calle.

Decimos que esta Corte debe irse.

CuÃĄl es la Corte que debe venir, cÃģmo es la Corte que queremos? Queremos una Corte amplia.

Queremos una Corte democrÃĄtica.

Con integrantes que provengan de su pueblo, no de las ÃĐlites.

Con integrantes que hayan participado activamente en tareas sociales.

Que respete la paridad de gÃĐnero, que incluya pueblos originarios y diversidades. Que la perspectiva de gÃĐnero sea una política efectiva y no cartÃģn pintado.

Queremos una Corte con mirada federal, alejada de la dominaciÃģn colonial y defensora a ultranza de la soberanía nacional.

Queremos una Corte que cumpla con los Tratados Internacionales.

Queremos una Corte que haga honor a la reconocida lucha por el respeto a los Derechos Humanos que caracteriza a nuestro país con su historial de juicio y castigo a los genocidas sostenida por tantos organismos de Derechos Humanos que hoy estÃĄn aquí presentes.

Una Corte que simplifique el sistema normativo y las prÃĄcticas judiciales cotidianas, reduciendo las brechas entre el derecho escrito y la realidad, acercÃĄndolo a los ciudadanos, promoviendo la igualdad, permeabilizÃĄndolo.

Queremos una Corte con cuentas transparentes, publicadas en los lugares pÚblicos oficiales Queremos una Corte que pague el impuesto a las ganancias.

Queremos una Corte sin ningÚn privilegio.

Queremos una Corte capaz de refundar el Poder Judicial, de sacarlo de los sÃģtanos, democratizÃĄndolo, transparentÃĄndolo, incorporando la perspectiva de derechos humanos, de gÃĐnero y no discriminaciÃģn.

Queremos una Corte subordinada al control soberano del puebloâ€Ķ Deseamos que esta jornada del 1F no se agote maÃąana.

Llamamos a este extraordinario colectivo a declararse en estado de alerta y movilizaciÃģn permanente, para sostener en la calle este reclamo por el que hoy nos hemos auto convocado.

POR UN PODER JUDICIAL DEMOCRÁTICO, PLURAL, AMPLIO, ACCESIBLE, CON PARIDAD DE GÉNERO, DIVERSO!

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