Quiere cocinar un cambio

Ya se largó la fase más fuerte de la campaña, y el precandidato a intendente de Quilmes por el espacio Cambiemos, el conocido cocinero Martiniano Molina, sale de recorrida. En los últimos días escuchó a vecinos de un barrio construido en la localidad de Ezpeleta y destacó la desidia y el abandono del Estado en esos lugares.

Sin embargo, el popular cocinero sabe que los días que se aproximan no son unos más. En declaraciones a Infobae sostuvo que es consciente de que pone mucho en juego por haber decidido acercarse a la política partidaria y mucho más por aceptar ser candidato.

En un primer momento Cambiemos había optado por poner como figura principal al modelo Tomy Dunster, pero la llegada de Martiniano alteró los planes y lo ubicó como cara visible del partido en la localidad del sur del conurbano bonaerense.

"Llegó en el momento en que entendí que sinceramente Quilmes estaba en un estado tan violento, mediocre e inseguro. Vi lo que pasaba con la salud pública, con el transporte. Había que involucrarse y recuperar el espacio. Sé que en mi caso arriesgo absolutamente todo pero no tengo miedo", sentenció Molina.

El cocinero es una de las tantas apuestas por mediáticos que el PRO lanzó en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires para  contrarrestar la falta de estructura y candidatos de trayectoria en los distintos distritos.

Molina hace eje en al inseguridad, destaca que Quilmes es uno de los municipios más inseguros con una de las mayores tasas de homicidios y en la contaminación que es un problema invisibilizado.

Veremos si la apuesta del macrismo logra instalar, al también ex jugador de la selección de handball, en una campaña que amenaza con polarizarse entre Francisco Gutierrez, actual Intendente que irá por su reelección y Walter Queijeiro, referente del massismo que ya logró un triunfo en las elecciones de medio término de 2013.

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Un mediático menos: se bajó Tomy Dunster

Mientras se acercan las horas decisivas para las candidaturas, el macrismo sufrió un duro golpe en tierras sureñas. Es que el ex modelo Tomy Dunster anunció a través de su cuenta de Facebook la declinación de su precandidatura por el PRO a la intendencia de Quilmes.

"En cada casa, conocí una historia distinta. Pero todos coincidimos en lo mismo: necesitamos cambiar las cosas. En cada encuentro con vecinos insistí en que no tenemos que bajar los brazos sino poner todas nuestras energías en seguir adelante. Estoy muy contento porque somos un equipo que ya se sumó al cambio porque cree que se puede vivir mejor", escribió Dunster en su página de Facebook al momento de comunicar su decisión.

Allí adelantó además que respaldará la precandidatura de otro de los mediáticos que se sumaron al PRO, el chef Martiniano Molina.

"Tengo una buena noticia para contarles, a este gran equipo se suma Martiniano Molina y es nuestro candidato a intendente. Es una alegría que uno de mis amigos de la infancia quiera dar un paso adelante y sumarse para transformar la realidad de esta Ciudad. Con él tengo muchos recuerdos lindos: las mañanas en la escuela 19, las tardes de basket en nuestra segunda casa que era el club Quilmes, las recorridas en bici por las calles de nuestro barrio y muchos más. Hoy seguimos compartiendo los mismos valores con los que nos criamos y eso me pone muy feliz" escribió el ex modelo.

Y siguió: "Somos dos vecinos que como vos quieren ver crecer a los barrios de todo el municipio y que los problemas que tenemos se solucionen. Para nosotros la política es estar cerca tuyo, escucharte y conocerte porque nuestro compromiso es con vos. Por eso, sigamos juntos para adelante, que tenemos mucho por hacer. ¡Acompañanos y sé parte de esta ola de cambio!".

Así, y a días de que venza el plazo para la inscripción de los nombres que competiran en las PASO de agosto el "macrismo" quilmeño va clarificando su horizonte. Ahora Martiniano Molina y Fernando Pérez (UCR) aparecen como las únicas opciones para las PASO de agosto dentro del frente "Cambiemos".

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El cambio de manos detonó la bronca en el PRO de Quilmes

El desembarco del cocinero mediático, Martiniano Molina, como flamante precandidato a intendente elevó la temperatura del macrismo de Quilmes. Y el termómetro indica que están calientes como papa hervida, a punto de hacerse puré.

El presidente del PRO de Quilmes, José María Salustio, no escondió la bronca y admitió que “hay mucho enojo y desconcierto”.

“Lamentablemente no sabemos qué es lo que está pasando en el macrismo ni cómo se está manejando. Hoy ni yo sé si sigo siendo candidato. Nosotros acatamos todas las órdenes pero no hay nada. Nos enteramos de lo que pasa en nuestro espacio por los diarios”, dijo en una nota al medio La Tercera de este viernes.

La situación es tan delicada, que Salustio admitió que la campaña en el municipio se encuentra “parada”.

La tardía llegada del Chef al PRO de Quilmes no es casual. Es producto del desplazamiento del operador Emilio Monzó, quien perdió terreno a manos del polémico asesor ecuatoriano, Jaime Durán Barba, en el inicio de la semana. El objetivo que buscan es garantizar un armado propio en la Provincia. No será fácil, ya que el macrismo expresa su mayor debilidad en el territorio bonaerense, donde prácticamente no tiene estructura.

El cambio de manos derivó también en que el nuevo encargado de la ingeniería electoral de la Provincia pasó a ser Jorge Macri, el primo de Mauricio. El intendente de Vicente López tiene además a cargo la campaña de María Eugenia Vidal.

Si bien al macrismo quimeños tampoco le convencía mucho el accionar de Monzó -basta con recordar que no cayó bien en su momento el desembarco del modelo Tommy Dunster- la desprolijidad vuelve a repetirse con la llegada “sorpresiva” de Martiniano Molina.

La problemática que emergió en el distrito cervecero puede ser una situación testigo de lo que podría llegar a pasar en el armado aurinegro en otros distritos. Habrá que ver si el primo de Mauricio y Durán Barba toman nota para evitar más inconvenientes futuros.

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Para cocinar al “Barba” el PRO lanza a Martiniano Molina

La tierra de la cerveza desde este año puede ser bautizada como farandulandia. Es que al desembarco en la política del periodista deportivo Walter Queijeiro, quien en 2013 se convirtió en concejal por el Frente Renovador, este año se le sumaron el modelo Tomy Dunster, seducido por el macrismo, el novio de Verónica Ojeda, el cuñado del Kun Agüero y hasta estuvo a un paso de dar el salto Cristian U.

A ese grupo habrá que sumarle, también desde el PRO, al conocido chef Martiniano Molina, quien competirá en las PASO con el sello amarillo.

De acuerdo a las negociaciones que lleva adelante el macrismo local están tramando una lista de unidad en la que confluyan Dumster y Molina con otros dirigentes locales que vienen más de la política "tradicional".

Martiniano, más allá de ser una cara de la tele, es un tipo relacionado con la política. Su padre José Molina es dirigente desde hace años y fue concejal en la primera intendencia del Barba Gutiérrez, en el 2003, con quien compartió la cabeza de lista, lo que le permitió ser una especie de "viceintendente".

Más tarde la relación con el también líder de la UOM local se rompió y Molina padre se alejó luego del Frente para la Victoria.

Martiniano, por su parte, siempre se mostró muy cercano a la política (más allá de su padre), y en especial al kirchnerismo: el primer punto fue su participación en Cocineros Argentinos, el programa que condujo desde 2009 en la TV Pública (luego se fue por "diferencias culinarias").

El otro punto es su relación con el intendente de Berazategui, el kirchnerista Juan Patricio Mussi. Desde el año pasado Martiniano presenta una vez por mes un mercado ecológico, donde en diferentes espacios públicos y municipales, despliega los locales gourmets y saludables. El mercado es bancado por el Municipio y cuenta con el auspicio del Ministerio de Cultura de la Nación, que aporta shows gratuitos para el evento. Habrá que ver qué sucede ahora cuando en el kirchnerismo se enteren que competirá en la vereda de enfrente.

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Farandulandia: Los cria el rating y Quilmes los amontona

El uso de figuras no provenientes de la política, con escasa o nula trayectoria en gestión de políticas públicas pero con ascendente en la simpatía popular, para ocupar cargos de gestión estatal, no es nuevo.

Ese parece ser el camino que ha sido buscado desde diferentes espacios políticos, como alternativa para echar raíces en distritos de difícil afirmación. Con éxito en algunos casos y con fracasos estrepitosos, papelón mediante, en otros, la opción se mantiene vigente.

Y Quilmes se erige como el distrito en el que la pelea por la intendencia local, en manos del gremialista Francisco "Barba" Gutiérrez, se asemeja cada vez mas a una disputa entre los famosos del barrio.

En esa lista, Pablo Pugliese, Martiniano Molina, Tommy Dunster y Walter Queijeiro son y fueron los nombres a los que se apostó desde la política para aspirar a la intendencia local.

Provenientes del periodismo deportivo, del modelaje, la gastronomía o simplemente por haber cobrado renombre por ser pareja de una mediática fugaz, los candidatos "testimoniales" van sumándose a la pelea por la jefatura comunal de Quilmes.

Lejos de ofrecer proyectos de gestión y de mostrar trayectoria y voluntad para el quehacer político, los candidatos se muestran como modelos apolíticos, apáticos a los consensos mayoritarios, con escasas definiciones políticas, niveles de generalidad discursiva demasiado marcadas y con características que los convierte en excepcionalidades populares.

Detrás de ellos y su figura mediática, por supuesto, se encuentra el aparato partidario de varios espacios conocidos, predispuestos a conseguir afirmarse "como sea" en distritos que les han resultado históricamente adversos, en sentido político.

Es así que, desde el Frente Renovador, Walter Queijero, periodista deportivo, congregó a varios alcaldes y dirigentes del massismo como Joaquín De La Torre, Gabriel Katopodis, Fernando Carballo y Marcelo D"Alessandro para el lanzamiento de su campaña para la intendencia local.

Pero es, quizá, Tomás Dunster, "Tomy", el modelo y conductor del programa "Versus", el caso más emblemático de los mencionados.

Resistido por la dirigencia quilmeña del PRO, Dunster "cayó" en Quilmes elegido por Macri. Según relata el actor, el Jefe de Gobierno porteño lo habría tentado hace años para sumarse a su proyecto, pero a "Tomy" le llovían propuestas de afuera y decidió irse diez años a trabajar a Estados Unidos.

Al volver, hace dos años, decidió sumarse a las filas del macrismo.

“Hola, soy Tomy y entré como voluntario al PRO”, se presenta el ex conductor de Versus, según dice, cuando hace el "casa por casa" del vecino quilmeño. Llega a la puerta de las casas y les plantea que quiere escuchar los problemas del barrio. Un equipo de militantes macristas lo acompaña en sus recorridas por el municipio, donde

toca timbre en las casas y se presenta.

“No dejo todo por la política. Soy el que soy, sigo haciendo mi trabajo y ahora tengo ganas de hacer algo más”, asegura con displicencia.

Pero a la lista se sumó, estos últimos días, el nombre de Pablo Pugliese, protagonista de un romance fugaz con la ex de Diego Maradona, Verónica Ojeda, y de quien se supo intentó ligarse a la ex pareja del 10 para "hacerse conocido" y llegar a su objetivo: La intendencia de Quilmes.

El mismo fin por los mismos medios, en todos los casos.

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