De principios endebles, Dulce Granados sale a replicar las peores prácticas de los Barones del Conurbano. Reparte la boleta de Cambiemos, espacio al que su marido, Alejandro Granados, tributa, cortada con su candidatura local por Unidad Ciudadana.

La proximidad de las PASO empieza a visibilizar las peores prácticas de los Barones del Conurbano, que parecen no haber aprendido la lección luego de los cachetazos recibidos en los últimos comicios.

De hecho en Ezeiza, el principado de los Granados, Dulce Granados, la candidata local y esposa de Alejandro Granados, ya dio el puntapié a la primera traición. Empezaron a llegar a los domicilios boletas cortadas.

Dulce no se llama Dulce. Su nombre es Isabel Beatriz Visconti y es la candidata de Unidad Ciudadana. Sin embargo, reparte las boletas completas de Cambiemos, espacio al que su marido respalda, como respaldó a todos los oficialismos de la Provincia en los últimos 20 años, más su segmento local.

El "corte" de Dulce parece responder, también, a una especie de vendetta que el Sheriff hizo cobre CFK a quien busca perjudicar, en un doble juego que sirve para afianzar sus vínculos con el PRO.

Granados es uno de los Barones del Conurbano que se pintó de amarillo y se recicla en Cambiemos, de la mano de la idea de "peronizar" la gestión de Vidal.

Veremos si la nueva traición de Dulce, propietaria de La Dulcina Polo Team, una coqueta sociedad anónima que le permite articular su pasión por los negocios y los caballos de polo, no termina por genera el efecto contrario en el electorado y hace que los votantes de Unidad Ciudadana la corten a ella.