¿Brutalidad policial o incompetencia asesina?
En Laferrere, partido de La Matanza, una camioneta patrullero atropelló y mató a una persona, la tercera en apenas 39 días. ¿Lo curioso? No ocurrió en la vía pública. El móvil policial no pudo esquivar el cordón de la vereda, se desestabilizó y avanzó a velocidad suficiente como para arrasar con la pared de una vivienda sobre la calle La Bastilla al 2900, entrar al dormitorio y aplastar a un joven de 29 años que dormía junto a su mujer y su pequeño hijo de 2 años, quienes se salvaron de milagro.
Tanto desde familiares como desde la fiscalía se señaló que la camioneta tocó primero el cordón de una vereda, justo frente a un establecimiento educativo, y a la velocidad que avanzaba se desestabilizó, pasó por encima de unas bolsas de arena que había en la vereda y se incrustó en la casa, abriendo un enorme boquete en la pared del dormitorio, y arrasando la cama en que dormía Damián Villalba, de 31 años, quien murió aplastado en el momento. Del otro lado dormía su mujer, Laura, que ni siquiera tuvo tiempo de ver como en medio de un estruendo que duró un segundo, un bólido derrumbaba la pared de su casa y aplastaba a su marido, a centímetros de donde estaban ella y su pequeño hijo.
Laura no paraba de repetir, una y otra vez, que un rato antes su marido había estado jugando con el chiquito en el mismo lugar y que habitualmente ella dormía de ese lado. La escena quedó deshecha tras la intervención preventiva de la seguridad bonaerense.
En caso de descartarse la interferencia de algún tóxico, las pruebas que va recibiendo el fiscal apuntan a la incompetencia. Si fuera en la dirección que apunta Ritondo, en todo caso, será porque durante la formación la idea de enfrentar al delito arrasa con todo lo que se le ponga delante. Una prevención con resultados imprevistos.