Hace catorce días la Convención radical tomaba una nueva decisión que podrá calificarse de histórica (o no) según el curso que la vida política nacional tome los próximos meses. La mayoría de la militancia y la dirigencia del partido le apostó a una alianza con el sector que se expresa mas deliberadamente como la alternativa de derecha: El PRO de Mauricio Macri.
Hasta ese momento la UCR compartía el frente de espacios progresistas Frente Amplio UNEN. Es por ello que la decisión fue categorizada, por integrantes del propio partido, como una movida especulativa para buscar otra vez, como sea y con quien sea, volver a ser gobierno.
Mientras Macri, el claro beneficiado, celebraba la decisión de la convención radical y felicitaba a “Ernesto Sanz y la UCR” por dar "un paso importante" en lo que considera "el camino del cambio que el país está recorriendo”, y la Juventud Radical mostraba disidencias, aparecieron voces que cuestionaban el acuerdo e internamente comenzaron a hacerlo notar.
La dirigencia nacional del partido fue la primera en manifestarse. Tras la votación de los 330 delegados nacionales presentes en la convención, 186 de los cuales apoyaron la iniciativa de derechización encabezada por Sanz, el senador Gerardo Morales fue de los primeros en expresar su desazón: "Una lástima que mi partido haya entregado su soberanía política", indicó a través de Twitter.
A él le siguieron el vicegobernador santafesino, Jorge Henn, que habló de "la peor decisión de la Historia de la UCR", Nito Artaza, quien expresó que "pasamos de la causa de los desposeídos a la causa de los empresarios contratistas del Estado" y Julio Cobos, con un perfil más bajo.
Pero las repercusiones no quedaron ahí porque un grupo de precandidatos a gobernador del radicalismo que no avaló la alianza con el PRO prepara una estrategia para diferenciarse del sector liderado por Ernesto Sanz. Son los radicales “desencantados”, entre los que se incluye a legisladores, candidatos provinciales y dirigentes municipales.
La intención de este sector es “conformar una idea de contención política”, que terminará de definirse el lunes 30 de marzo. Según trascendió la mira de los disidentes está puesta en la Convención provincial de la UCR prevista para el 11 de abril, a la que planean llevar una petición para que se les autorice sumarse a una oferta “progresista”. La intención sería formar parte de la propuesta electoral que encabezará Margarita Stolbizer, donde el propio Alfonsín estaría dispuesto a ser candidato a gobernador de ese armado.
Otra muestra de rebeldía partidaria fueron los militantes radicales que desde las redes sociales convocaron, antes de ayer, a una marcha denominada #25M al Comité Nacional de la UCR, con la consigna: “No al pacto con el PRO. Con la derecha jamás”.
Pero uno de los casos que puede marcar tendencias de varios dirigentes radicales disidentes es el del referente radical de Mar Chiquita que desembarcó en el Frente para la Victoria tras el acuerdo de su partido con el PRO.
Se trata de Marcelo Dapelo, ex presidente de la Juventud Radical quien expresó “nos sentimos defraudados, por diferencias ideológicos me aleje del partido” .
Dapelo ya se encuentra trabajando y apoyando la carrera política de Marcelo Sosa.
Sobre su decisión tajante manifestó: “A muchos les llama la atención cambiarse de un partido tradicional al otro, pero no es tan llamativo ya que primero el Frente para la Victoria llamó a una concertación, incluso Julio Cobos, que hoy está dentro del Radicalismo, fue Vicepresidente de la Nación para el Frente para la Victoria”.
Y detalló que no solo él hizo el cambio sino que “fuimos muchos los dirigentes que hoy estamos trabajando con Marcelo Sosa y que se sintieron defraudados ideológicamente".