Parece un chiste. María Eugenia Vidal, la candidata a gobernadora del PRO, estaría viviendo momentos de tensión e incertidumbre en su candidatura, porque no le dan los tiempos para el cambio de domicilio de la Ciudad de Buenos Aires.
Si, asi como suena, pareciera ser una nimiedad, pero actualmente es un riesgo que amenaza su candidatura y todo el proyecto motorizado desde el PRO, para su inserción en Provincia.
Ocurre que Vidal, votó en el mes de octubre del año 2013 en Ciudad de Buenos Aires, donde nació, y tiene su domicilio en el barrio porteño de Flores.
Lo que le podría sucederle a Vidal, cuando presente su lista en la Justicia Electoral es que no podría cumplir con el requisito requerido de cumplir los dos años de domicilio.
Desde el PRO trabajan para reparar este “contratiempo”. Pero la licenciada en ciencia política, con orientación en relaciones internacionales, podría tener más inconvenientes.
Si a Vidal le niegan la inscripción, podría argumentar que vive en la localidad bonaerense de Merlo con su esposo, Ramiro Tagliaferro, lo que también podría generarle críticas, ya que vive y ejerce funciones como vicejefa con un domicilio en la localidad bonaerense.
Frente a esta situación, según el portal Urgente 24, su comité de campaña se encontraría trabajando activamente, y han sido diversas las llamadas a la Justicia Electoral bonaerense para ver, como podría salir sin alterar sus expectativas políticas.
Como antecedente, aparece la imposibilidad del PRO de usar su insignia en las elecciones provinciales.
La Provincia no deja de darle problemas a Mauricio Macri, hasta de los más ridículos.
