El PRO busca detonar al massismo
Mientras celebran los resultados de los comicios porteños, que fueron incluso mejor de los esperados, y se muestran como una fuerza competitiva en varios distritos, desde el PRO tienen una obsesión que les quita el sueño: La provincia de Buenos Aires.
Es casi una obviedad recordar que para poder ganar una elección nacional hay que conseguir un resultado al menos interesante en el territorio bonaerense, que representa el 38% del total del padrón nacional. Eso lo saben en el macrismo.
Por ello, mientras festejan, evalúan estrategias para generar un efecto derrame que pueda hacerlos tener una performance competitiva y los deje expectantes para pelear los comicios nacionales.
Como sabe cualquier observador atento de la dinámica metropolitana, la ciudad de fusiona con el conurbano de maneras diferentes, aunque con continuidades. Es así que el sur fabril continúa en una avellaneda repleta de galpones y fábricas y el norte rico se extiende en el opulento conurbano norte hasta San Isidro.
Y pareciera ser que en los resultados electorales se da un fenómeno semejante. En el sur de la ciudad se dieron los mejores resultados para el FpV, como continuación de la tercera sección electoral, bastión inexpugnable del peronismo. Mientras que en el Norte se dan las mejores cifras para el PRO que derraman en los municipios de Vicente Lopez y San Isidro, entre otros territorios en los que solía ser más fuerte el voto radical y que no eran tan permeables al pejotismo.
Sin embargo desde el PRO saben que sólo con ese efecto contagio no alcanza. Quedarse con eso sería una derrota segura y por eso barajan un Plan B.
Apuntan a detonar el armado massista que ya está en crisis con fugas y tensiones que lo desbordan. A semanas de haber generado un desgaste irremontable para la UCR, tratarán de acelerar la descomposición del Frente Renovador tentado a algunos de sus referentes con espacios para dar el salto.
Con los votos que pueda conseguir María Eugenia Vidal sola no alcanza. Entonces necesitan dirigentes territoriales que sustenten el proyecto de Mauricio Macri.
Las gestiones ya comenzaron. Apuntan a los heridos en la interna del massismo y a los que aspiraban a lograr un lugar que no consiguieron.
El nombre que barajan es Jesús Cariglino. El intendente de Malvinas Argentinas, un Renovador de la primera hora que pensó ser el elegido para la candidatura a gobernador y Massa nunca le dio el respaldo que esperaba.
Veremos si la estrategia macrista logra implotar al Frente Renovador o Massa consigue mantener la tropa a raya de cara a lo que será la madre de todas las batallas.