Queijeiro, de mediático a ajedrecista político
Las fugas constantes de dirigentes del massismo situaron el foco en Quilmes. En el municipio del sur, Sergio Massa todavía conserva al periodista Walter Queijeiro, que viene de ganar los comicios locales de 2013. Aunque cuentan con el modelo Tommy Dunster y el chef Martiniano Molina, desde el PRO se relamen con la idea del regreso del mediático a sus filas.
El portal LPO publicó una nota este miércoles, en el que se dio a entender que el panelista de AM y el intendente Joaquín de la Torre, “negocian con el PRO mientras esperan la decisión de Massa”. El título corrió como reguero de pólvora en otros sitios y se habló de bajas inminentes. Sin embargo, la información que pudo averiguar este medio refleja una realidad algo diferente.
Según le explicó a PRIMEREANDO un allegado del periodista, “Walter está esperando y no va a presionar para irse”. Es decir que por el momento continúa en el Frente Renovador a la espera de que en estos días termine por definirse un acuerdo entre ambas fuerzas opositoras a nivel nacional.
Mientras tanto, Queijeiro se mantiene optimista con las encuestas que lo sitúan arriba para dar la pelea por el Palacio Municipal. Su alto nivel de conocimiento ante el electorado, le da a pensar que los números se mantendrían independientemente del color de la boleta con la que se presente.
Es por ello que, cual viejo estratega político, el periodista deportivo aguarda a que el PRO y el FR resuelvan diferencias, convencido que para los dos espacios opositores su precandidatura es fundamental.
De hecho, la puja entre ambas fuerzas ya le valió un beneficio el mes pasado. Cuando Darío Giustozzi se fugó al FpV, Massa trató de evitar que efecto en cadena le quitara a su mejor hombre mejor medido en la zona sur y ordenó lista única para Quilmes, con el periodista a la cabeza. Aunque claro, las desprolijidades del FR ya llevaron a que ese arreglo sea algo laxo.
Si se lo analiza, una vuelta prematuro al PRO, espacio donde empezó su carrera política, no le garantiza necesariamente mayores votos. Y mucho menos le aporta estructura, el gran punto débil del macrismo en el conurbano. Por otro lado, pasar al Fpv, como hizo Giustozzi y tantos otros jefes comunales, lo obligaría a resignar su lugar de opositor duro y encima debería competir en la PASO con el intendente Francisco Gutíerrez. Una movida improbable.
El único riesgo real –y no por único menor –que tiene el dibujo táctico del periodista deportivo es que si se queda en el FR puede depender del peligroso corte de boleta.
Es posible que Walter concentre la mayor parte del “voto rechazo” a la no muy bien considerada gestión de Gutiérrez, pero vale considerar que en la misma elección se define el destino del Sillón de Rivadavia. Si Sergio Massa sigue cayendo en su intención de voto, sus votantes del pago chico que no quieran al tigrense, estarían obligados a cortar boleta para apoyarlo. Algo que en la práctica es engorroso para el elector y podría reducir considerablemente el porcentaje de sufragios a su favor.
Es por ello que, la situación del mediático mantiene una incógnita, aunque no más grande que la del resto de los candidatos de la Provincia. Es probable que, al igual del resto de los dirigentes del FR de la Tercera, Queijeiro acompañe el devenir político de Massa.