Felipe quiere los votos de Julián
La disputa por el sillón de Dardo Rocha es central para los planes del massismo. Por eso el desafío que se propuso Felipe Solá, candidato a gobernador por el Frente Renovador, es conseguir una porción del millón y medio de votos que obtuvo el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en las elecciones primarias.
El equipo de campaña del Frente Renovador trabaja sobre el “perfil compartido” de ambos candidatos oriundos del peronismo tradicional. “A Julián lo votó gente que le presta atención a la política, que busca un perfil conciliador”, analizan en el entorno de Solá. Aníbal Fernández, en cambio, jugó para el kirchnerismo duro, profundizando sus embates contra el Grupo Clarín.
Ante este análisis, consideran que el votante de Julián se inclinará por Solá, quien ya fuera gobernador de la provincia de Buenos Aires entre el 2002 y el 2007.
Otro dato que alimenta esta lectura es que existen funcionarios de Daniel Scioli, en su mayoría de segunda línea, que prefieren a Felipe antes que a Aníbal, con quien incluso han compartido la tarea de gestión. Son funcionarios que respetan el trabajo que hizo Solá en su mandato, pero que están orgánicamente abocados a la campaña presidencial de Daniel Osvaldo Scioli en el Frente para la Victoria.
Ayer el diputado del Frente Renovador y Secretario de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio De Mendiguren, hizo público estos deseos del massismo. Dijo que aspira “a que Felipe Solá capte los votos que obtuvo Julián Domínguez en la interna del Frente para la Victoria y que no van a ir a Aníbal Fernández”.
"Solá es un candidato reconocido en la provincia de Buenos Aires por lo que hizo al ponerse al frente de la crisis del 2001 y eso la gente lo valora”, agregó el dirigente empresarial.
Para profundizar su armado, durante las próximas horas Felipe Solá tiene previsto varias reuniones en Capital Federal. La semana que viene volverá a la ruta y visitará el interior bonaerense con la estrategia del “contacto directo”. “Los votos no son de los intendentes ni de los dirigentes, son de la gente”, se entusiasman en el massismo, desde donde mueven sus fichas para captar parte del electorado dominguista.