Con María Eugenia Vidal ya en plena configuración de su futuro gabinete, el ministerio de Seguridad es el área más caliente que tendrá en su gobierno.
Esa cartera sería para Cristian Ritondo, el actual vicepresidente de la Legislatura porteña. “Mi prioridad es trabajar para que Mauricio sea consagrado presidente en el balotaje, pero con María Eugenia tengo la mejor y si me pide que esté en algún puesto la voy a acompañar”, dijo Ritondo.
La designación de Ritondo implicaría un guiño hacia el autogobierno de las fuerzas de seguridad. Además de un aliento hacia las políticas más conservadoras en el manejo de la policía.
Desde los tiempos en que Nilda Garré era el ministra de Seguridad nacional, Ritondo se convirtió en un vocero de los Federales exonerados, muchos de los cuales tenían vínculos con este dirigente de origen peronista.
Y hasta en la actualidad es crítico de la gestión de la ministra de Seguridad María Cecilia Rodríguez. "La Policía Federal tiene los brazos caído y no está en las calles", se quejó Ritondo, en un guiño hacia esa Fuerza.
Desde 2009, Ritondo fue uno de los promotores del desembarco sistemático de ex agentes de la Policía Federal en la Metropolitana, cuando Mauricio Macri comandó la creación de la una fuerza específica para la Capital.
Conducida en un principio por el hoy procesado Jorge "El Fino" Palacios, la policía porteña se nutrió de ex agentes Federales, en muchos casos exonerados.
Uno de los protagonistas del armado de la Metropolitana fue Cristian Ritondo, quien todavía sostiene estrechos lazos con Miguel Ángel Toma, ex jefe de la SIDE durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
Ritondo tiene buena relación con Eugenio Burzaco, ex jefe de la Policía Metropolitana y hoy alfil PRO en temas de Seguridad, pero a su vez mantiene un vínculo tirante con el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.
De confirmarse su designación de Ritondo, quedaría claro el mensaje de Vidal hacia la bonaerense: autocontrol, mano dura y cero garantismo.