El ensayo y error del Movimiento Evita
Hace poco tiempo atrás, a ningún militante del Evita se le hubiese ocurrido la idea de que su organización iba a estar por fuera del Kirchnerismo y que sus principales dirigentes iban a encontrarse armando acuerdos con el macrismo, el massismo, Libres del Sur y con los heridos de la gestión anterior como Randazzo y Abal Medina. ¿Los famosos puentes de la unidad o un operativo de “izquierdizar” a Massa?
El lunes pasado, la dirección del Movimiento Evita se reunió con el ministro del Interior y Transporte y con el ex jefe de Gabinete, con el objetivo de construir una alternativa política al macrismo de cara a las elecciones próximas.
La cena se llevó a cabo en el restaurante “Lo de Néstor”, en el barrio porteño de San Telmo y la comida no cayó del todo bien, ya que entre plato y plato, Randazzo pasó un par de facturas que venía guardándose y no prestó mucha atención a la mágica idea de encabezar un nuevo frente antimacrista y de generar “los puentes” con el kirchnerismo.
Según trascendió, Randazzo no se guardó sus críticas al Evita por lo acontecido en las primaria de 2015 y el incondicional apoyo que los dirigidos por Emilio Pérsico le brindaron a Scioli.
Tampoco se mostró entusiasmado ante el pedido para que encabece una lista en 2017. Randazzo se mantiene apegado a su discurso: "No me muero por jugar" y sigue mirando con atención el tablero, esperando su momento.
De toda maneras, el ex ministro le sedujo el armado de un frente antimacrista para disputar poder a un gobierno en el que priman las políticas neoliberales.