Macri y Malcorra respaldaron a los golpistas brasileños
Tras la consumación del golpe de Estado en Brasil, el presidente Mauricio Macri y su canciller, Susana Macorra, salieron a respaldar la decisión antidemocrática y prometieron su apoyo al nuevo mandatario, Michel Temer, quien estuvo detrás de la maniobra parlamentaria contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff.
“Ante los sucesos registrados el día de hoy en Brasil, el Gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional verificado en el hermano país y reafirma su voluntad de continuar por el camino de una real integración en el marco del absoluto respeto por los derechos humanos, las instituciones democráticas y el derecho internacional”, expresaron Macri y Malcorra en su comunicado oficial.
Allí también agregaron que la Casa Rosada “renueva su deseo de continuar trabajando con el Gobierno de Brasil para la resolución de los temas de mutuo interés de las agendas bilateral, regional y multilateral, así como para el fortalecimiento del Mercosur”.
Con palabras similares, Macri se había pronunciado en favor de Temer cuando, al inicio del proceso golpista, éste ocupó el sillón presidencial de forma interina.
El posicionamiento del gobierno argentino contrasta con el de países como Ecuador, Bolivia y Venezuela, que se manifestaron en defensa de la democracia regional y tomaron acciones diplomáticas en consecuencia.
El presidente Nicolás Maduro, por ejemplo, decidió retirar “definitivamente a su Embajador de la República Federativa de Brasil”, congelando las relaciones con un gobierno “surgido de este golpe parlamentario”.
“Las oligarquías políticas y empresariales que, en alianza con factores imperiales consumaron el Golpe de Estado contra la presidenta Dilma Rousseff”, indicó un comunicado de la Cancillería venezolana.
El ecuatoriano Rafael Correa también ordenó retirar este miércoles a su máximo representante diplomático en Brasil: “Destituyeron a Dilma, esto es una apología al abuso y la traición. Retiraremos nuestro encargado de negocios de la embajada en Brasilia”.
“Políticos adversarios y otras fuerzas de oposición se confabularon contra la democracia para desestabilizar al Gobierno y remover de su cargo de forma ilegítima al presidenta Dilma Rousseff”, agregó el mandatario en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el jefe de Estado boliviano, Evo Morales, anunció que están convocando al embajador de Bolivia para que “tome las medidas necesarias sobre este asunto”.
Otro de los países que manifestó su rechazo al golpe en Brasil fue Cuba. Desde el gobierno de la Isla, consideraron que la destitución de Rousseff se realizó “sin que se presentara ninguna evidencia de delitos de corrupción ni crímenes de responsabilidad, lo que “constituye un acto de desacato a la voluntad soberana del pueblo que la eligió”.