Cumbre entre Vidal y Monzó para apagar la interna bonaerense del PRO
Se encontraron en un reconocido hotel y filtraron fotos del encuentro para demostrar que había bajado la tensión. El acercamientos de intendentes peronistas a Cambiemos los había dejado al borde del quiebre.
La gobernadora y el presidente de la Cámara de Diputados se mostraron juntos en el restaurante Elena, del hotel Four Seasons en pleno centro porteño y filtraron las imágenes en son de paz. La cumbre buscó descomprimir la siempre tirante relación entre la gobernadora y Monzó, que había vuelto a tensarse.
Hace unos días la gobernadora enfureció por una foto que el Interior, Sebastián García De Luca difundió junto al intendente de Carlos Casares, Walter Torchio, generando especulaciones sobre un posible pase.
Por ello Vidal había enviado al ministro de Gobierno, el ex massista Joaquín De la Torre, a cruzarlo, aclarando que el gobierno provincial no buscaba "cazar" intendentes peronistas.
Pero De Luca -un funcionario de Monzó- redobló la apuesta y se reunió al día siguiente con el mandamás de General Pinto, Alexis Guerrera, un peronista que respondía a Julián Domínguez y hace unos meses blanqueó su acercamiento al Frente Renovador.
Otro vidalista puro también se metió en la pelea. El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca, también ratificó la estrategia al opinar que "a veces el momento para ampliar no es el año electoral” y consideró que Cambiemos necesita “fortalecerse y consolidarse en el Gobierno”.
El sitio para el cónclave ya había sido elegido por Vidal para otras negociaciones clave: allí, por ejemplo, comenzó a definir con Sergio Massa la continuidad del acuerdo electoral en la compleja Legislatura bonaerense.