Como en los 90’: Por conflicto salarial Aerolíneas y Austral paran el martes
En un comunicado que cinco de los seis gremios aeronáuticos publicaron ante el fracaso de las negociaciones paritarias, aclaran que “por causas ajenas a nuestra voluntad, nos vemos obligados a declarar para el próximo 31 de octubre un paro total de actividades”.
Luego de cuatro semanas de infructuosas negociaciones, donde los sindicatos aeronáuticos reclamaron al Gobierno un incremento de sus haberes entre el 24 y el 26 por ciento, mientras desde Trabajo, en cambio, proponen un 16 por ciento, las Asociaciones de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y del Personal Aeronáutico (APA) y las Uniones de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) y del Personal de Seguridad Aeronáutico (UPSA), decidieron un paro general nacional de 24 horas en Aerolíneas Argentinas y Austral para el próximo martes 31 de octubre.
En un documento consensuado entre los gremios adherentes, los sindicatos señalan que "lamentablemente, el Ministerio de Transporte y las autoridades del Grupo AR/AU no realizaron ninguna propuesta superadora al porcentaje de aumento ya ofrecido y conformado por un exiguo 16%, absolutamente insuficiente para mantener el poder adquisitivo de los salarios de nuestros representados, degradado significativamente por la inflación acumulada interanual".
Además, los gremios, sostienen que “los trabajadores tienen derecho a no permitir el deterioro de los haberes, y denuncian la inusitada actitud de las empresas, que impidió avanzar en una justa recomposición”, al tiempo que afirman tener “la mejor disposición a consensuar, dialogar y negociar, pero la actitud intransigente y de provocación política de las firmas y el gobierno hizo fracasar el diálogo de forma reiterada, no obstante el relato contrario de búsqueda de acuerdos que autoridades y empresas venden”.
Por último, los gremios aclaran que “ya en la reunión del día 13 último las compañías negaron la pauta salarial que el grupo empresario informó en su momento a los medios de comunicación, lo que había planteado interrogantes sobre la buena fe y veracidad de los conceptos expresados con tanta liviandad. Operaciones y contradicciones a lo largo de la negociación implicaron al final mala fe y una clara actitud de no querer acuerdo alguno”.