Pese a las ganancias extraordinarias que obtuvieron las empresas eléctricas por los tarifazos, los trabajadores de las principales distribuidoras de luz (Edesur, Edenor y Edelap) se encuentran en estado de alerta ante la ausencia de respuestas al reclamo por la reapertura de la paritaria acordada en un 21% a principios del año pasado.
El malestar de los trabajadores del sector se profundizó tras conocerse la inflación anual que se ubicó por encima del 47%, es decir 25 puntos por encima del aumento que obtuvieron el año pasado. Las empresas ofrecieron un 10 por ciento adicional, pero tuvo el rechazo de los gremios por tratarse de una propuesta “insuficiente”.
Durante la jornada de ayer, la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (Apsee) había anunciado un paro de 24 horas para hoy. Sin embargo, una reunión de último momento en la Secretaría de Trabajo con representantes de la patronal, donde presentaron una nueva oferta, habilitó un canal de diálogo y el gremio decidió posponer la medida de fuerza hasta el 6 de febrero en caso de no haber acuerdo.
“En estas empresas hay un intento de mostrar que no existen problemas, que no hay conflictos. Y eso es mentira. Siguen sosteniendo un discurso que habla de enumeración de metas de inversiones que hasta hoy no vemos. Sumado a ello el ataque permanente y artero a la organización sindical, intentando imponer salarios a la baja” advierte el comunicado del gremio. Y concluye: “A los señores empresarios les pedimos que terminen con estas políticas que destruyen a las empresas, a los usuarios y a su personal”.
Junto al sector financiero, las empresas productoras, transportistas y distribuidoras de luz y gas fueron los principales ganadores del modelo económico de Cambiemos. A lo largo de los tres años de la gestión de Mauricio Macri, las tarifas aumentaron cerca del 4000 por ciento. En el caso de las distribuidoras eléctricas, las ganancias treparon un 675 por ciento.
Sin embargo, las utilidades no fueron destinadas a inversiones para mejorar el servicio, como se ve en el aumento de cortes de luz del último año. Tampoco significó un aumento en los salarios de los trabajadores del sector acorde a la inflación. En muchos casos, las empresas invirtieron sus extraordinarias ganancias en la timba financiera, por intermedio de la compra de Lebacs.
