Al tiempo que la imagen presidencial cae día a día y la inflación marca un nivel interanual por encima del 50% en febrero, ahora desde Casa Rosada aseguran que Mauricio Macri está preocupado por las encuestas que muestra que Cambiemos no podría retener la provincia de Buenos Aires.
Ante este preocupante escenario, el jefe de Estado reunió en la Quinta de Olivos a los intendentes y dirigentes de su espacio para "darles ánimo", e invitó a la Gobernadora María Eugenia Vidal.
En ese escenario, según publicó PoliticaArgentina, una vez terminado el almuerzo, Macri miró a sus intendentenes y lanzó: "No tengamos vergüenza de lo que somos", y prosiguió con un intento de autocrítica: "Salgamos a buscar a la gente a pesar de las dificultades, pongámosle el pecho a esto". A su vez, dentro de su discurso reformuló una vieja promesa de campaña: Insistió en la baja de la pobreza y la inflación, pero esta vez para dentro de 10 años. "En 10 años vamos a tener un país con una pobreza e inflación de un dígito", lanzó.
Antes de finalizar, Macri pidio: "Necesitamos seguir este proceso de cambio y consolidar el equilibrio macroeconómico y eso necesita también del testimonio de sus gestiones (municipales) porque todo se mezcla", finalizó.