Desde el fin de semana último, buena parte de Quilmes se encuentra bajo el agua. En uno de los municipios gobernados por Cambiemos, con el cocinero Martiniano Molina al frente de una gestión que desde hace mucho tiempo ya fracasó.
Los inundados de Quilmes reclaman ayuda. El gobierno de Molina les prometió llevar asistencia -chapas, colchones- y todavía siguen esperando. También piden los alimentos que les habían prometido en el marco de la Emergencia Alimentaria. Las organizaciones sociales como la CCC y la CTEP mantienen tomada la sede a la espera de una respuesta.
Quilmes no es el único de los municipios gobernados por Cambiemos que se inundó. También están Pilar, Lanús, San Isidro y Morón, pese a que el blindaje mediático oculte lo que pasa a diez días de las elecciones. La lluvia más la sudestada dejaron 6 mil inundados en todo el Conurbano, pese a las promesas de Cambiemos y al “no se inunda más” de Mauricio Macri.
Según la información del Ministerio de Infraestructura bonaerense, de las 64 cuencas que hay en la provincia de Buenos Aires, el gobierno comenzó obras hidráulicas en las siete principales, que afectan a 13 millones de habitantes. Solo en la Cuenca Matanza Riachuelo dicen que es necesario invertir unos 2000 millones de dólares para contener el agua que baja desde el interior hacia el Río de La Plata. ¿Qué se hizo de todo eso hasta ahora?
El equipo de Vidal asegura que ya invirtió 1900 millones en obras en La Matanza y Esteban Echeverría, pese a que se siguen inundando. También apuntan que reasignaron un crédito de US$2500 millones -previsto originalmente para el Río Colorado- para hacer obras hídricas en Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y Almirante Brown, que aún no comenzaron y que forman parte de las promesas de campaña para un segundo mandato de Vidal.