Una mujer denunció a un gerente por acoso sexual y el fallo la dejó sin trabajo
Tamara Tello Borisovsky tiene 36 años, trabajó durante 10 años en First Data Cono Sur (ahora FISERV), empresa multinacional administradora de los productos Mastercard, Visa, Posnet y Pegaso.
En 2016 denunció en Recursos Humanos que un gerente la acosaba sexualmente por whatsapp, mail y frente a sus compañeros y compañeras, pero la empresa nunca apartó al abusador del mismo piso donde trabajaban.
En enero de 2017 Tamara tuvo que tomarse licencia médica por indicación de su terapeuta. Había entrado en pánico tras un episodio indignante: luego de denunciar a su superior en la oficina de Recursos Humanos, la dejaron trabajando una noche sola con el denunciado, cuando estaba en medio de una auditoría.
Después de ocho meses de licencia psiquiátrica, Tamara obtuvo el alta médica. “Yo quise volver a mi trabajo. El psiquiatra mandó un informe a la empresa donde indicaba que yo podía volver a trabajar cuatro horas y en otro sector. La empresa puso excusas y dijeron que yo debía trabajar ocho horas”, afirmó.
Su abogado, Guillermo Pérez Crespo, subraya lo infundado de los argumentos jurídicos: “Para los jueces que dictan sentencia, tanto en primera instancia como en segunda instancia, lo que sufrió Tamara no es acoso sexual, con una falta de perspectiva y conciencia de género absoluta. Cuando apelamos a la Cámara, la sentencia es aún peor, con una confusión muy fuerte respecto de la definición de acoso sexual y acoso laboral, y hasta dice que ella consintió los hechos por no poner freno a tiempo y que de eso se deduce que ellos mantenían una relación fuera del ámbito laboral. Un disparate”. Y señala que, tras el fallo, la misma AAL intervino para solicitar que se concediera el recurso por la "gravedad institucional" que representaba el caso.
Tamara cuenta que uno de los delegados gremiales, Juan Cruz Canel, envió una carta denunciando la situación a sus superiores de Estados Unidos a través de una cuenta de correo electrónico institucional de la empresa.
La respuesta fue iniciarle un juicio de desafuero por no cumplir con el “código de conducta” acerca del uso de ese mail institucional. “Es insólito. Yo presenté los mails del gerente acosándome, que lo hacía a través de ese mail institucional, y dicen que por eso lo suspendieron solo dos días, pero sigue ahí con total impunidad. Al delegado lo quieren echar por denunciar la situación. La vara sobre el ‘código de conducta’ es completamente arbitraria”, señala la joven.
Presentó pruebas de los mails obscenos que le enviaba, no obtuvo respuesta. Por esto la trabajadora de First Data Cono Sur-FISERV, le escribe a la por entonces CEO de la compañía, Patricia Guarnes, contándole que estaba siendo acosada por un superior. La CEO por error le envía un mail que era para el área de legal donde planteaba “complicado esto, creo que tenemos que explicarle por escrito que no hubo dilación, sino investigación. Qué opinan?”.
Tamara inició un juicio laboral, y en primera instancia se ordenó su reincorporación, pero “omitió” el acoso sexual. Ambas partes apelaron el fallo, y la causa llegó a la Sala X de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, quien falló en favor de la empresa multinacional. En una resolución insólita, revocó la reinstalación de Tamara a su puesto de trabajo, y consideró que ella se demoró en solicitarle al gerente que terminara con su actitud acosadora.
El juicio hoy continúa activo y se reinicia el próximo 11 de diciembre.
Fuente: Revista Cítrica, Agencia El Vigía