En medio de las críticas a su pésima gestión en salud, reapareció Vidal aunque evitó hablar del tema
La ex gobernadora María Eugenia Vidal no dejó un gran recuerdo en la provincia de Buenos Aires donde es muy criticada por su pésima gestión en prácticamente todas las materias. En economía, dejó una deuda impagable, como reconocen propios y ajenos. De hecho, jefes comunales macristas acompañan a Axel Kicillof en su planteo de renegociación ante los acreedores externos.
En materia sanitaria, la situación es igual o peor. Falta de inversiones, dosis de vacunas y ambulancias abandonadas en galpones, hospitales que estaban casi listos abandonados. La pandemia por el coronavirus expuso todos los problemas que dejó Vidal y obligó a la provincia a inversiones extraordinarias en tiempo récord.
En medio de las críticas, que coinciden con el voto mayoritario de los bonaerenses, que le dio la espalda en diciembre de 2019, Vidal quiso mostrarse activa en el territorio y se sacó una foto "de reunión" con Néstor Grindetti, intendente macrista de Lanús. Ese activismo se explica también porque el liderazgo de Vidal se está diluyendo entre la tropa propia, que ya no la mira con los mismos ojos de hace unos meses.
Luego del encuentro, la prensa de Vidal difundió una foto y no mucho más. El silencio es salud, valga la imagen. Por su parte, Grindetti emitió palabras de rigor: "Vidal aportó su experiencia y su visión sobre la gestión de temas sensibles", aseguró sin decir demasiado.