Hace un año, y con una jugada magistral, Cristina empezaba a terminar con el macrismo
Cuando asumió en diciembre de 2015, el macrismo y los principales medios de comunicación, pensaban en una hegemonía de la derecha que durara 12 o 16 años. Fantaseaban con dos mandatos de Mauricio Macri y luego otros dos de María Eugenia Vidal, que por aquel entonces parecía ser imparable políticamente. Pero pasaron cosas…
En mayo de 2019, Cristina Fernández de Kichner empezó a dar por tierra con esos sueños del antiperonismo con un tuit y una jugada magistral. La entonces senadora decidió integrar la fórmula presidencia junto a Alberto Fernández, pero ella en el rol de vice.
De ese modo, CFK podía contener el voto kichnerista, en torno al 30%, y Alberto podía seducir a los sectores peronistas que se habían alejado de Cristina. El resultado llegó unos meses después, cuando Alberto arrasó en las urnas con casi el 50% de los votos.
Desde el macrismo miraron asolados la jugada. En primer lugar, se rieron de ella, sin poder entenderla del todo. Luego, buscaron un acercamiento con el peronismo más conservador y eligieron a Miguel Pichetto como candidato a vice del propio Macri, quien se negó a bajarse a pesar del pedido de parte de su círculo íntimo.
Además, Vidal le pidió a Macri que le permitiera separar la elección bonaerense de la nacional, para evitar que la mochila macrista la arrastrara al barro. No se sabe qué hubiese pasado si se daba esa situación, aunque tal vez la historia hubiese sido igual: derrota apabullante de Vidal y triunfos peronistas en Buenos Aires y Nación. Otra historia comenzó un 18 de mayo…