Producto de un segundo rebrote de Covid-19, en las últimas horas el presidente de Francia Emmanuel Macron anunció que el país galo volverá a realizar un confinamiento. Este será menos estricto que el de la primavera (otoño en la Argentina), ya que las escuelas y los servicios públicos permanecerían abiertos.
Solo se podrá salir de casa para trabajar, recibir tratamiento o urgencias, y estará prohibido reunirse y desplazarse entre regiones excepto para el regreso de las vacaciones. "El virus circula en Francia a una velocidad que ni las peores previsiones imaginaron", subrayó el mandatario, citado por el diario catalán El Periódico.
A su vez, un 58% de las camas de los hospitales están ocupadas y se registran cada día cifras máximas de contagios, según datos oficiales. "Si no conseguimos frenar los contagios, pronto no podremos atender a otros pacientes como víctimas de accidentes de tránsito", señaló el mandatario. En ese sentido, Macron refirió que las nuevas medidas servirán para proteger a los mayores, a los niños, al personal sanitario, a las personas vulnerables y la economía.
A pesar de que se permite salir a trabajar, el gobernante pidió que se opte por el teletrabajo en la medida de lo posible y se evite todo tipo de movimientos y reuniones innecesarias.
Ayer, más de 2.900 enfermos estaban internados en terapia intensiva, es decir la mitad de la capacidad actual (5.800 camas) de estos servicios.
En la página oficial del Gobierno, las autoridades reportaron 288 muertos en los hospitales el martes para las 24 horas previas, y 235 en residencias para ancianos en los últimos cuatro días. Desde el comienzo de la pandemia Francia reportó más de 1,27 millones de casos confirmados de coronavirus y de 35.500 muertes por la enfermedad.