A inicios del partido que el Lobo disputaba contra Boca, el árbitro debió suspender el encuentro por el accionar de los gases lacrimógenos y las balas de goma disparadas por la Policía Bonaerense.
Una vez que el estadio se llenó para presenciar el encuentro, las puertas fueron cerradas y muchos hinchas de Gimnasia y Esgrima de la Plata quedaron afuera del estadio. Ante la situación, la policía reprimió contra los hinchas con balas de goma y gases lacrimógenos.
El humo emitido por los gases lacrimógenos invadió el campo de juego y las tribunas del estadio, provocando gran malestar para los presentes tanto en las tribunas como jugadores y cuerpo técnico.
El árbitro Mastrangelo demoró el partido a los 9 minutos y los equipos se dirigieron al vestuario. Muchos hinchas ingresaron al campo de juego con el afán de escaparse de los lugares más perjudicados.