Histórico balotage en Brasil que define dos modelos de país
Mas de 156 millones de brasileños eligen entre Jair Bolsonario -actual presidente de derecha- y Lula, expresidente de izquierda.
Brasil vota este domingo en una segunda vuelta electoral entre el actual presidente Jair Bolsonaro -militante de extrema derecha- y el exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, líder izquierdista que modificó sustancialmente la vida política, social y cultural de esa nación en los años que estuvo al frente del Ejecutivo de la vecina nación..
Este balotaje define si se mantiene el actual rumbo de derecha o si permite que un izquierdista regrese al gobierno. Pero también, la respuesta que podría dar Bolsonaro en caso de perder la elección.
Más de 156 millones de brasileños votan en los 26 Estados del país y el Distrito Federal de Brasilia. Lo hacen de forma electrónica lo que permitirá tener el resultado del balotaje en pocas horas.
Hasta hace un poco, todos estimaban como seguro que Lula ganaría fácilmente las elecciones basados en que el pueblo añoraba sus presidencias (2003-2010), cuando el crecimiento de la economía y los programas sociales permitieron que se redujera la pobreza.
En las elecciones del 2 de octubre último, Lula fue el más votado de los 11 candidatos con un 48% de los sufragios, mientras que Bolsonaro fue segundo con un 43%.
Vale destacarr que en Brasil, los candidatos que lideran la primera vuelta tienden a ganar en segunda.
Más de 156 millones de brasileños pueden votar, aunque el 20% del electorado se abstuvo en primera ronda. La Corte Suprema emitió un fallo que permite a las capitales del estado proporcionar transporte público gratuito el día de las elecciones, y tanto Lula como Bolsonaro han hecho esfuerzos por impulsar la participación.
Los cuatro años de la presidencia de Bolsonaro están marcado por una política conservadora, de relaciones carnales con Estados Unidos e Israel, y por con una agenda de la extrema derecha en general.
Lula se centró en la pesima gestión de Bolsonaro de la pandemia del COVID-19 y dijo que el presidente no cuidó de los más necesitados. También describió a Bolsonaro como un enemigo de la selva amazónica, ya que quitó poder a las autoridades ambientales y su mandato coincidió con un aumento de la deforestación.
En sus videos de campaña, Lula también criticó a Bolsonaro por una estrategia que desvió miles de millones a legisladores para sus proyectos personales a cambio de apoyo político. Se conoce como el presupuesto secreto debido a la falta de transparencia sobre el destino final del dinero, y Lula dijo que había mermado los fondos para gastos sociales importantes.
En los últimos días de la campaña electoral, el presidente advirtió sobre una posible manipulación del escrutinio de los votos. Eso reavivó el temor a que Bolsonaro pudiera impugnar el resultado electoral si pierde, como hizo el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, al quien admira.
Bolsonaro también denunció que las emisoras de radio no habían emitido más de 150.000 anuncios electorales y afirmaron que eso podría derivar de un plan deliberado de debilitar su candidatura. La autoridad electoral rechazó abrir una investigación debido a la falta de pruebas.
Por la noche de este domingo, los brasileños y el mundo sabrán quién es el nuevo presidente de esa gran nación, eso si Bolsonaro no impugna los resultados.