Precarización laboral: el vice de Bullrich quiere que sea mas fácil despedir y pidió que no se penalice el trabajo en negro
Luis Petri consideró “imperioso eliminar las multas laborales que incrementan las indemnizaciones”, tal como había planteado Patricia Bullrich.
Primero fue la candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, quien anticipó que si llega a la Casa Rosada terminará con las «leyes laborales ridículas» para, entre otras cosas, facilitar los despidos. Y ahora, más allá de las polémicas generadas por esas declaraciones, su candidato a vicepresidente, Luis Petri, insistió con la idea.
Desde su óptica, «es absolutamente imprescindible» llevar a cabo una reforma laboral. Por eso aseguró que desde la coalición impulsarán, en caso de ganar las elecciones del 22 de octubre, «la eliminación de las multas laborales, que incrementan las indemnizaciones» por despidos y las tornan, a su criterio, «irracionales».
Al respecto profundizó: «Despedir un trabajador con diez años de antigüedad con un salario promedio sale 1.800.000 pesos pero, cuando se aplican las multas, termina siendo 10 millones, y allí el sistema se vuelve irracional».
Igual que Bullrich antes, Petri no explicó a qué multas se refería, aunque los plus más comunes en los juicios laborales suelen tener que ver con los intereses derivados del tiempo que pasa entre el despido y la resolución del caso -intereses que se aplican en cualquier juicio, no solo en los laborales- y las penalizaciónes al trabajo no registrado (trabajo en negro).
Despidos: qué había dicho Bullrich
«El que no acepte las reglas de juego y empiece a querer poner trabas en la Argentina, va a tener consecuencias», agregó. Y no dudo en señalar, respecto a la actual normativa laboral, que «son leyes ridículas».
Asimismo Bullrich remarcó que «el Estado Nacional no tiene por qué tener una justicia laboral, si es una justicia laboral que está contaminada y dominada por los gremios», donde «nunca un empresario gana un juicio, nunca en la vida. Siempre le rompen la cabeza».
Fuente: Gestión Sindical