La apertura de importaciones que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri ataca fuerte al sector porcino que ya se encuentra complicado ante el aumento del maíz, la suba del Inmobiliario Rural y tarifazos.

La situación del sector productor de carne porcina de la provincia de Buenos Aires se encuentra en estado crítico. Ante la caída de rentabilidad que sufre el sector por la caída de consumo a lo largo y ancho del país, también se sumaron los aumentos de servicios, del maíz para alimentar a los animales, del impuesto inmobiliario rural. A todo esto hay que agregar que además de importar carne desde Brasil, ahora el Gobierno sumó la autorización para traer carne de cerdo de los Estados Unidos, agraviando más al sector.

Por su parte, la Asociación de Productores Porcinos de la provincia de Buenos Aires, que incluye a los casi 18.000 establecimientos formalizados que tiene la Provincia (tiene otro 60% informal, que tienen grandes dificultades para insertarse a mercado), advirtieron sobre este panorama, y pusieron números a un escenario por demás delicado para la actividad:

Según informa Infocielo, con la quita de retenciones al maíz, estimaron que el costo de este cereal clave para el sector registra un aumento acumulado del 40% en los últimos cuatro meses, mientras que el cerdo en pie solo aumentó un 15%.

En relación a la modificación de la alícuota de IVA a la carne porcina, que pasó del 21% al 10,5%, desde la entidad expresaron que si bien “produce saldos técnicos de IVA a favor del productor que no puede recuperar ya que no existen mecanismos que así lo faciliten”.

El aumento en los costos de producción constituye un problema sin solución a corto plazo para estos productores que advierten incrementos de hasta un 1.000% en facturas de servicios e Ingresos Brutos, Inmobiliario Rural y costos de fletes, entre otras variables. Al tiempo que agregan que el ingreso de cortes como la bondiola también suma situaciones sanitarias que no existen en Argentina y pueden afectar a un 50% de la producción nacional.