Tras presenciar una discusión entre los tres funcionarios propuestos por la Unión Cívica Radical para ocupar la cartera de Salud de la Provincia de Buenos Aires, la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, decidió descartarlos de un plumazo y ubicará en esa cartera a la actual ministra de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Reybaud.

Los nombres que el radicalismo provincial había puesto en danza para Salud son los del diputado chivilcoyano Luis Blanco; el ex postulante a intendente platense Claudio Pérez Irigoyen y el diputado saladillense Alejandro Armendáriz. Los tres médicos y los tres con buenas chances para quedarse con la cartera que ahora conduce Alejandro Collia.

Sin embargo el cruce entre los referentes dirigenciales habría movilizado el enojo de la electa gobernadora, quien les reprochó su necesidad de un ministro de Salud, y no un dirigente político.

De esta manera se abrió otro capítulo en la ríspida relación entre ambas fuerzas dentro del Frente Cambiemos. Ya desde el día 26 de octubre, con los resultados de la histórica elección en mano, los hombres fuertes del radicalismo provincial, con Ricardo Alfonsín a la cabeza, le "enrostraron" a Vidal el aporte de la UCR a la victoria electoral.

Cabe recordar que de los 64 intendentes electos por Cambiemos en Buenos Aires, en las elecciones generales de octubre, 41 pertenecen a la UCR.

Desde allí, de hecho, comenzaron a reclamar espacios de poder dentro de la gestión ejecutiva del electo gobierno de Cambiemos. Y manifestaron su disconformidad con las decisiones de Vidal, hasta que la decisión de Ernesto Sanz de retirarse del armado nacional, dejó a los boina blanca sin interlocutor con sus socios del PRO.

Es por eso que, poco a poco, el enojo radical se trasladó al parlamento provincial, donde el legislador de la UCR Horacio López, manifestó el pesar de varios de sus colegas, cuando rechazó la posibilidad de conformar un bloque unificado junto al PRO en la Legislatura Provincial.

En esa disputa, se había producido un leve giro esta semana, con afirmaciones de dirigentes radicales en favor de la unificación, a la espera que María Eugenia Vidal reconsiderara su decisión de no ceder espacios en el gabinete al centenario partido.

Resta observar si habrá repercusiones de aquí en más con esta decisión de la electa gobernadora.

En el Frente para la Victoria, el intendente Pablo Bruera superó con el 18,2% de los votos a la concejala Florencia Saintout, quien obtuvo un 14,7% y quedó como la segunda candidata más votada en las Primarias.

En tanto, en el Frente Cambiemos, Julio Garro se quedó con el triunfo, con el 13% de los sufragios, dejando en el camino a los radicales, Sergio Panella y Claudio Pérez Irigoyen que obtuvieron 10,8% y 9,6%, respectivamente.

En el Frente Renovador-UNA, que alcanzó el 17,7% de los votos, concejal José Arteaga sacó el 5,2% y derrotó a los precandidatos Carlos Melzi, Javier Pacharotti, Oscar Vaudagna y Marcelo Leguizamón, quienes de esta manera no podrán presentarse en las elecciones generales.

Mientras que en la Alianza Progresistas, el edil Gastón Crespo, se quedó con el 3,7% de los votos y superó a su rival en las PASO, Pablo Crisóstomo.

La izquierda también tendrá su lugar, ya que el FIT sacó 4,4%, pero aún sigue sin definirse quién de las precandidatas Amelia García y Luana Simioni, obtuvo el triunfo ya que se encuentran en un empate técnico y aguardar los últimos conteos de los votos para resolver quién competirá en octubre.

Por otra parte, quien igualmente superó la contienda electoral fue el candidato de Patria Grande, Leandro Amoretti, quien alcanzó los 2 puntos en las PASO y confirmó que competirá en las elecciones generales.

Quienes no superaron el piso del 1,5% de los votos, previsto por la Ley Electoral, fueron el Frente Popular; la Alianza Compromiso Federal; Unión del Pueblo; Nuevo MAS; MST; Todos por Buenos Aires y Partido Popular.