“No queremos más muertos”

Así lo dijo Cristina Marín, abogada del Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas de Río Negro, al referirse al asesinato de Rafael Nahuel durante la represión de Prefectura. Criticó al juez Gustavo Villanueva y aseguró que “los detenidos fueron golpeados y torturados”.

Integrantes de la Lof Lafken Winkul Mapu acordaron con el juez Gustavo Villanueva frenar el desalojo de la comunidad en Villa Mascardi, al menos por cuatro días, para iniciar un proceso de diálogo luego del asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel a manos de la Prefectura Naval Argentina (PNA).

En diálogo con FM Alas de El Bolsón, la abogada Cristina Marín, del Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas de Río Negro, explicó que “la intención del diálogo es para que cese la represión a nuestras comunidades”.

“No queremos más muertos. Deseamos poder llevar adelante, en conjunto con el Estado, políticas públicas que tengan que ver con la restitución de tierras de los pueblos originarios. Lo cual es bastante difícil con un Gobierno que tira más para los empresarios y para los ricos”, sostuvo.

Marín recordó que ya había habido una instancia de diálogo previa pero que “las fuerzas policiales la rompieron” cuando desataron la represión del día jueves, cuando detuvieron a mujeres y niños, y la del sábado, que terminó con el asesinato de Nahuel.

“El juez dijo que se tendría que haber cumplido con eso. No sé quién tiene la culpa de esta situación, pero el Estado se va a tener que hacer cargo. Estamos hablando de una muerte", denunció la abogada.

Con respecto a los detenidos, Marín informó que “son Fausto Jones Huala y Lautaro González”, quienes socorrieron a Nahuel al ser baleado por la espalda: “Ellos creían que estaba vivo, y su intención fue llevarlo hasta la ruta para que lo atendiera un médico. Y ahí es a donde a ellos los detienen. En un principio estaban incomunicados y les estaban haciendo pericias a ellos, para ver si ellos no tenían que ver con la muerte. Pero acá lo que hay que investigar es ver quién disparó el arma; y las armas son disparadas por la policía. Los chicos, con lo único que se defendían, eran con piedras, no había otra herramienta”.

También criticó al juez Villanueva, que “estuvo negando que había detenidos, cuando nosotros -internamente- ya sabíamos que había. Lo que no sabíamos era cuántos”.

“Mientras estuvieron detenidos fueron golpeados y torturados para que dijeran quiénes más estaban arriba. Fueron torturados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y Gendarmería”, detalló Marín.

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