Un territorio inconmovible

Así como una de las particularidades de estas PASO lo constituyó el hecho que muchos Intendentes perdieron la chance de continuar al frente de la gestión política de sus distritos (como el caso de Raúl Othacehé y Mariano West) un rasgo se hizo notorio en los territorios electorales de la tercera sección (sur y oeste del conurbano bonaerense): La revalidación de la hegemonía local de los Intendentes y la hegemonía del kirchnerismo.

Juan Patricio Mussi, en Berazategui, Julio Pereyra, en Florencio Varela, Martín Insaurralde, en Lomas de Zamora y Jorge Ferraresi en Avellaneda, así como los herederos de Espinoza en La Matanza y Días Perez en Lanús se impusieron en las primarias, con contundencia. Aunque hubo casos excepcionales de cambio de alternativas en San Vicente y Almirante Brown con algunos datos significativos y la particularidad de Francisco "Barba" Gutiérrez, en Quilmes que si bien ganó en las PASO no fue el candidato más votado.

Resulta llamativo que mientras que en muchos distritos del norte y oeste del conurbano la continuidad de los históricos jefes comunales fue alterada por las elecciones primarias, con la aparición de propuestas internas que se llevaron la preferencia de los votantes, en casi la toda la tercera sección electoral la situación fue exactamente la inversa.

Además, lejos de peligrar la hegemonía del kirchnerismo, esta fue revalidada con valores que oscilan entre el 40 y el 55% por ciento de los votos. Son ejemplo La Matanza, Berazategui, Florencio Varela y Almirante Brown, donde el Frente para la Victoria no obtuvo cifras menores al 52% de los votos (sumando las distintas propuestas del mismo espacio).

Y una lectura posible tiene que ver, quizá, con que se trata de Intendentes que no han mostrado vaivenes en su horizonte político. Es decir que no han mostrado vacilaciones, ni saltos de vereda, sino que, por el contrario, han dado respaldo al mismo espacio político a pesar de la coyuntura.

Mussi, Pereyra, Insaurralde (que nunca dio el salto más allá de las indecisiones), Ferraresi, el "Barba" Gutiérrez se han declarado siempre en apoyo al kirchnerismo, más allá del humor social con el gobierno nacional. Y eso parece haber sido valorado por el electorado.

No es casual que varios de los alcaldes distritales que han dado su salto al massismo en 2013, y que han vuelto velozmente al Frente para la Victoria durante los últimos meses, han pagado el precio de sus vaivenes, con la reprobación del electorado.

Y el ejemplo, que rompe con la tendencia en la tercera sección, es el de Darío Giustozzi en Almirante Brown, que relegó sus aspiraciones a la Intendencia del distrito frente a Mariano Cascallares en la interna del FpV, luego de su paso frustrado por el massismo y su vuelta al kirchnerismo.

Otro caso interesante es el de Lanús, donde Darío Díaz Pérez resolvió dar un paso al costado y cedió la interna a Julián Alvarez que obtuvo el 37% de los votos.

Pero hay otro dato que resulta significativo y es el afianzamiento del Frente Cambiemos como segunda fuerza, en la mayoría de los distritos. Incluso en aquellos en los que el Frente Renovador tenía contendientes fuertes, Cambiemos logró colar su lista en el segundo peldaño sin estructura y casi sin armado.

Entonces, la consolidación de los liderazgos históricos, la hegemonía del kirchnerismo inconmovible, la irrupción de Cambiemos como segunda fuerza y el retroceso del Frente Renovador parecen ser algunas de las enseñanzas que nos dejaron las urnas en el sur del conurbano.

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