AÑO ECONOMICO 2017: destrucción de empleo industrial, alta inflación, déficit comercial histórico y negocio financiero

INFORME DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE AVELLANEDA (UNDAV)

En 2017 se profundizó el rumbo estratégico definido por el actual gabinete en materia económica. Flexibilización tarifaria, política de ingresos reales a la baja, liberalización de las cuentas externas y dólar apreciado, en pos de la valorización financiera. El único factor anómalo de la política pública en 2017 fue una aceleración de los desembolsos para obra pública de baja escala, a tono con el año electoral y en compensación con un 2016 de extraordinaria inmovilidad en materia de inversión. En prospectiva, el Presupuesto 2018 vuelve a allanar el terreno a la “normalidad de la política económica”, Una hipótesis de inflación desacoplada de las expectativas, tipo de cambio bajo para favorecer el carry trade y más ajuste tarifario en servicios públicos para generar convergencia a “precios de mercados”. En igual sentido, se mantiene el objetivo macroeconómico de los últimos dos años, relativo a la reducción del déficit fiscal. En un entorno donde se propone una salida política para la resolución del diferendo por el “fondo del conurbano de la Provincia de Bs. As.”, la variable de ajuste son los fondos previsionales.

En ese marco, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) desarrolló un documento analítico sobre la trayectoria económica de 2017. En particular, el estudio de la UNDAV pone el foco en la evolución del empleo, la inflación, la distribución del ingreso, el sector externo y el sector financiero, entre otros. Algunos de los principales resultados del documento al que tuvo acceso este medio, se presentan en los siguientes párrafos.

Empezando con la dinámica inflacionaria interna, los investigadores de la UNDAV consignan que “El 2017 dejó varias contradicciones en materia de política economica”. Así, consideran que se aplicaron desorganizadamente medidas espasmódicas desde distintos ministerios, que imprimieron señales contrapuestas y resultados lejanos a los pronósticos oficiales de principios de año. Por un lado, el BCRA esterilizó, a lo largo del año, con elevadas tasas de interés -mediante Lebacs- los excesos de liquidez del mercado y, por otro, se aumentaron significativamente las tarifas de servicios públicos, al mismo tiempo en que subieron los precios de otros bienes y servicios básicos e imprescindibles (como los precios de los medicamentos y las prepagas, por ejemplo). En definitiva, y como no podía ser de otra manera, los resultados en materia de contención inflacionaria fueron poco significativos. Aun cuando la inflación se desaceleró de manera marcada respecto de la experimentada en 2016, la suba de precios consolidada anual se ubicará alrededor de 7 puntos encima de la meta proyectada por el BCRA. En el gráfico que sigue se muestra las proyecciones de inflación anual de algunas consultoras y analistas, en relación a la meta del BCRA.

INFLACIÓN Y META

(acumulada hasta cada mes de 2017)

Fuente: elaboración propia en base a Indec y expectativas de mercado.

Los pronósticos de las consultoras y analistas corresponden al resultado del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el BCRA. Como se ve, el umbral inflacionario anual previsto por el Banco Central se excederá, en base a las proyecciones, en casi 7 puntos porcentuales. Si se tiene en cuenta la evolución del nuevo IPC Nacional, se observa una inflación acumulada hasta noviembre de 21%. Además, según el mismo índice, ya en el mes de septiembre el acumulado corrido a nueve meses había excedido las proyecciones oficiales de inflación acumulada anual. Como corolario de las medidas tomadas para estabilizar la suba de precios doméstica, se observa que los resultados han sido claramente insatisfactorios respecto de lo proyectado en las metas. Las señales contrapuestas han dejado un nivel de inflación alta, junto con un stock de Lebacs que pone en riesgo la solvencia futura del Banco Central.

En relación al mercado de trabajo en el año 2017, según el informe del Observatorio UNDAV “se observaron comportamientos divergentes en los distintos sectores de la economía nacional”. En primer lugar, en base a estadísticas del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), se puede constatar que la cantidad de asalariados registrados alcanzó 12.260,7 miles en septiembre de este año. Este número significa un aumento en el empleo de 2,1% en relación a los 12.010,7 miles de empleos registrados en el mismo mes de 2016. Cuando se desagrega la suba en la cantidad de empleos totales, de la suba interanual agregada (+250 mil empleos), prácticamente el 60% se explica por el incremento en la modalidad del monotributo en sus dos versiones (monotributistas independientes y monotributo social). Es decir que, 6 de cada diez empleos creados corresponden a monotributistas Así, gran parte de la creación de trabajo registrado corresponde a posiciones inestables y/o de bajos ingresos.

El empleo público también subió respecto del año pasado (+42 mil empleos) mientras que la modalidad de Independientes Autónomos de retrotrajo en cantidad de empleos (-20 mil).

Respecto de la cantidad de trabajadores registrados privados se observa una suba de 72 mil empleos. Cuando se descompone el aumento en el empleo privado se nota una divergencia respecto de la evolución de los distintos rubros económicos. El primer factor destacable es el incremento en el empleo del sector de la construcción, que sumó unos 47 mil empleos más en septiembre de este año, interanual. El sector de la construcción por sí solo, explica el 65,8% de la suba del empleo privado agregado y consolida de este modo un buen año en términos de actividad y empleo. El segundo factor llamativo es la situación de algunos rubros específicos que fueron beneficiados en los últimos meses con reducciones de los derechos de exportación que gravan a esas actividades. Por ejemplo, se puede advertir que la Explotación de Minas y Canteras redujo su dotación laboral en alrededor de 3.300 empleos, mientras que el sector de la Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura perdió unas 1.300 fuentes laborales en 2017.

Por su parte, el rubro en el cual más se redujo la cantidad de asalariados registrados en 2017 fue el de las Industrias Manufactureras. Este sector disminuyó su dotación laboral en 26.600 empleos en 2017. Es decir, que en 2017 se destruyeron 2.217 empleos por mes (siempre teniendo en cuenta el período septiembre 2017 – septiembre 2016). Si se considera el consolidado de los últimos dos años (tomando como base septiembre de 2015), se advierte que el sector industrial redujo su dotación en 68.800 puestos laborales, o bien, que se perdieron empleos en la industria a razón de 2.867 puestos laborales por mes.

EMPLEO REGISTRADO EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA

(en miles de puestos de trabajo, variación período septiembre 2016/2017)

Fuente: elaboración propia en base a SIPA-MTEySS.

A nivel agregado, el desempleo en 2017 se mantuvo estable, y sin grandes cambios en lo que respecta a desocupación.  Según los indicadores de la EPH, que publica el Indec, las tasas de ocupación y subocupación no presentaron en el tercer trimestre de 2017 cambios interanuales significativos dado que las diferencias entre uno y otro trimestre están contenidas en el error muestral. La tasa de desocupación pasó de 8,5 a 8,3 y la tasa de 10,2 a 10,8. Esto implica que, según las cifras del Indec, el desempleo permanecería alto (en relación al cuarto trimestre de 2015) pero estable.

No obstante, lo mencionado, vale resaltar las dudas que arrojan los datos de empleo y desempleo publicados por el Indec. En este sentido, alcanzó reciente notoriedad pública lo sucedido en torno a la renuncia de la directora de la EPH, Cynthia Pok, y las supuestas presiones que habría recibido para distorsionar las estadísticas del Instituto referidas al empleo, desempleo y pobreza. A pesar de esto último, la dinámica del mercado laboral se encuentra lejos de ser promisoria. Aunque en el agregado se percibe una leve suba del empleo, cuando se analiza con mayor detalle se nota que se está dando un cambio en la composición del empleo: se destruye empleo que -en general- estaba bien remunerado y calificado, por empleos precarios y mal remunerados.

Por el lado de las cuentas externas, en el tercer trimestre del año la cuenta corriente ha mostrado un déficit de 8.683 millones de dólares. En este sentido, desde la Universidad Nacional de Avellaneda consignan que “el déficit se compone principalmente de un déficit de balanza comercial (intercambio de bienes y servicios con el resto del mundo) y un déficit en ingresos primarios que representan el retorno a una unidad económica por su contribución al proceso productivo o a la provisión de activos financieros y de recursos naturales”. En menor medida aparecen las transferencias corrientes, también deficitarias en el periodo. Los números muestran un alto déficit en sí mismo, que además es creciente. El principal problema que genera es el de financiamiento de las importaciones necesarias para el proceso productivo y para los pagos comprometidos por el endeudamiento externo. Mientras el déficit es creciente, las exportaciones permanecen constantes.

BALANZA CORRIENTE

(en millones de U$S y como % de las exportaciones)

Fuente: elaboración propia en base a datos de Balanza de Pagos Indec.

A pesar de la dificultad de realizar comparaciones entre periodos muy lejanos cuando hablamos de déficits de la balanza comercial, este año es sin dudas el más alarmante en cuanto a este factor en mucho tiempo. El tercer trimestre de este año es el más deficitario y todo apunta a que el rojo de la balanza comercial de este año será del doble que el del año pasado. En la misma línea se puede ver como la necesidad de financiamiento, que se compone por el déficit de la cuenta corriente y el de la cuenta capital, está en el punto máximo este trimestre.

BALANZA DE PAGOS Y SUS COMPONENTES

(en millones de U$S)

Fuente: elaboración propia en base a datos de Balanza de Pagos Indec.

El mismo análisis resulta como producto de evaluar el déficit de la cuenta corriente en base al PBI. Este ya alcanza el 4% siendo el porcentaje más alto desde, al menos, comienzos del siglo 21.

DÉFICIT DE CUENTA CORRIENTE

(como porcentaje del PBI)

Fuente: elaboración propia en base a datos de Balanza de Pagos Indec.

La posición de inversión internacional del tercer trimestre de 2017 es la más baja desde la asunción del gobierno. A esto se llega no superando siquiera los U$S30.000 millones, un 35% menos que el mismo periodo del año anterior. En conjunción con este hecho ocurre que la inversión especulativa es la más alta del siglo XXI. Esta inversión es la que hace disminuir el resultado neto, sumado el tibio rendimiento de la inversión extranjera directa.

Algo que en su momento tuvo desvelados a los argentinos y hoy quedo en el olvido son las reservas del Banco Central. El motivo es que las mismas se recuperaron notablemente en estos dos años de gobierno. Ahora, como ya es conocido, la balanza comercial es la más deficitaria en mucho tiempo. Es por esto que el crecimiento de las reservas del Banco Central está explicado por la entrada “no legitima” de divisas. En otras palabras, el crecimiento de las reservas se ve explicado por la entrada de dólares a través de la emisión de deuda pública.

RESERVAS E INVERSIÓN DE CARTERA

(stock trimestral en millones de U$S)

Fuente: elaboración propia en base a datos de Balanza de Pagos Indec.

Con todo lo anterior, del estudio analítico llevado adelante por los investigadores del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV sobre los principales resultados económicos del año 2017, se desprenden las siguientes conclusiones sintéticas:

  • En materia de comercio exterior, se tiene actualmente un resultado deficitario en más de U$$ 7.600 millones, en base a compras externas que crecen al 20% en contraste a exportaciones virtualmente estancadas. En el proyectado, se espera un déficit global en torno a los U$S 9.000 millones, presionando sobre la restricción externa de nuestra economía.
  • La contracara para compensar el desequilibrio es el ingreso de capitales, tanto en términos de inversión de cartera como en materia de endeudamiento público. Así, consolidados datos al tercer trimestre, se proyectan flujos de inversión de cartera por U$S 40.000 millones en el año, además de un endeudamiento externo neto en torno a los U$S20.000 millones.
  • El desbarajuste de las cuentas externas no está desvinculado del desempeño local. Con una economía que aún se posiciona un 1,4% debajo de los niveles de PBI per cápita del 2015, el mercado laboral mostró en el corriente año un rebote insuficiente, con una suba del 2,1% de los asalariados registrados. Cabe destacar que más del 60% se explica por el régimen de monotributo, modalidad altamente inestable y propia de ingresos bajos.
  • La languidez del mercado de trabajo tiene reflejo en el sector industrial, Además de ser una de las ramas de actividad con mayor potencial en la creación de empleo genuino, se ve incidida por las perspectivas de mediano plazo. En 2017, se espera una recuperación de la actividad consolidada en torno al 2%, aún por casi 3 puntos por debajo de los niveles de fines de 2015.
  • Sin embargo, la industria se encuentra mayormente traccionada por el sector automotriz, dominado por compañías transnacionales. Con todo, el empleo fabril cae en más de 26.000 empleos en la comparativa interanual, esto es, más de 2.200 puestos de trabajo destruidos por mes.
  • Por último, en materia de precios y finanzas, el desaguisado es ostensible. Con un desvío de la inflación esperada cercano al 50% y un dólar planchado en la mayor parte del año, los capitales golondrina aprovecharon una rentabilidad única en el mundo de hasta el 28,75% gracias a la apertura de la cuenta de capitales.
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