Luego que el PRO no tuviera listas propias como partido en las dos últimas elecciones, la Junta Electoral determinó la caducidad de ese sello político en la provincia de Buenos Aires, ajustándose a la ley vigente.

Casi inmediatamente, después de fijarse la caducidad, en la misma Junta evalúan revertir la resolución. Por estas horas el Secretario de Actuación de la Junta, Guillermo Aristía, se encuentra en pleno trabajo con ese objetivo.

El lunes podría volverse atrás con la caducidad, con el argumento que no se pueden bajar partidos en años electorales; más allá de que el proceso se haya iniciado en 2014.

Es el flamante Presidente de la Corte Suprema provincial, Juan Carlos Hitters, quien tiene la decisión en sus manos para avanzar o dejar las cosas como están y no permitirle al macrismo usar el sello PRO en el territorio bonaerense.

Si bien la candidata a gobernadora del PRO, María Eugenia Vidal, se encuentra a la expectativa, parece que no todos en el macrismo estarían satisfechos con el cambio de la Junta. Es que, al parecer, un sector del partido poco hizo por evitar la caducidad, con la intención de dejar mal parado a alguno de sus apoderados y de correrlo

del esquema legal del partido.