El precandidato a gobernador del Frente Renovador, Francisco De Narváez, insiste con una gran interna opositora para derrotar al kirchnerismo en las próximas elecciones y ahora dio un paso paso más: propuso bajar su postulación para habilitar una gran coalición antikirchnerista.

"Si yo puedo con una decisión dar un paso al costado y ser prenda para la unidad lo hago sin ningún problema", disparó De Narváez, al tiempo que analizó que si la oposición continúa con la actual estrategia seguirá gobernando el país CFK. De esta manera, el diputado reiteró su propuesta de una gran interna al destacar que es más importante derrotar al Frente para la Victoria que su candidatura.

"Si hay un candidato único [de la oposición], es muy probable que el kirchnerismo pierda la provincia de Buenos Aires. Si pierda la provincia, pierde la presidencia", analizó "El Colorado".

Y agregó: “Yo planteo que nos sentemos en una mesa, que planteamos una postura en común, que la gente nos ordene”.

Según De Narváez, si la oposición sigue así, “Cristina gobierna el país”, por lo que volvió a reflotar la propuesta de la semana pasada de confluir en una gran interna. "¿Les vamos a dar ocho años más [de gobierno]? ¿O le vamos a poner punto final y comenzar un nuevo ciclo? Acá los que queremos que comience un ciclo distinto en la Argentina, sabemos que hay un paso previo que es ganar la elección. Las elecciones que se ganaron fue cuando se unió la oposición", sostuvo.

Según la visión del legislador y empresario, ni Macri, ni Massa, ni Ernesto Sanz, ni José Manuel De la Sota o Elisa Carrió pueden derrotar "solos" al postulante que surja de la interna del FpV: Daniel Scioli o Florencio Randazzo. "Para ponerle punto final al kirchnerismo, hay que unirse y ganar la elección como lo hicimos en 2009 y 2013. Vamos todos a una primaria donde la gente nos ordena", concluyó.

El diputado provincial del Frente Renovador, Rubén Eslaiman, se sumó a las recientes declaraciones del intendente massista José Eseverri, quien había manifestado la opción por una alternativa de una oposición unida, ante lo que consideró una triunfo posible del oficialismo a nivel nacional, en las elecciones generales de octubre, en instancia de Primera vuelta electoral: “De no construir la oposición una alternativa sólida, es una realidad”.

Pero no fue el único, ya que el propio precandidato a gobernador por la Provincia de Buenos Aires, Francisco De Narváez, declaró el viernes que “Si dejamos las diferencias de lado, el kirchnerismo se termina”.

Todo indica que estas declaraciones en menos de 24 horas, intentan generar un efecto "bola de nieve" interno, que llegue a los oídos de Sergio Massa.

“Cuidado" advirtió Eslaiman "El kirchnerismo podría ganar en primera vuelta”.

Así lo aseguró el legislador quien además afirmó que “el kirchnerismo está ganando y seguirá la corrupción en el Estado, con Daniel Scioli que es un tremendo corrupto”.

Esa idea no es novedad dentro del Frente Renovador, y cobró mas fuerza la semana pasada cuando anunció su salida del espacio conducido por Sergio Massa, el diputado nacional Darío Giustozzi, junto a sus legisladores provinciales y nacionales.

Es que el ex intendente de Almirante Brown, fue, hasta la semana pasada, adversario político de uno de los principales promotores de esa interna extrapartidaria en el Frente Renovador: Francisco De Narváez.

Es que al dejar el Frente Renovador Giustozzi permitió que cobre volumen la línea política interna que aboga por la idea de terminar con el kirchnerismo a nivel nacional.

Esa corriente ve en el kirchnerismo a un enemigo lo suficientemente potente como para convocar a un acuerdo opositor y se acerca a una postura de cambio más dura como la que sostiene el PRO.

Esa línea no era alimentada por Giustozzi, quien entendía que aún siendo oposición, los objetivos del espacio no podían constituirse por una finalidad meramente electoralista. Pero además rescataba ciertos logros del kirchnerismo.

Es que Giustozzi perteneció al kirchnerismo, de donde provino, y hoy, se rumorea un nuevo acercamiento a ese espacio.

Pues bien, la otra línea, ligada a los sectores de Graciela Camaño y Luis Barrionuevo, pretende que el Frente Renovador constituya su identidad como fuerza opositora, sin medias tintas, aún a pesar de algunas declaraciones del propio Massa, rescatando logros de su adversario para intentar seducir al kirchnersimo provincial.

Así el Frente Renovador se acercaría a la posición del PRO, la Coalición Cívica y la fracción dirigencial de la Unión Cívica Radical que acordó con Mauricio Macri.

“Debemos establecer 10 puntos básicos de coincidencias en torno a la seguridad, sobre todo, y esta idea tiene que calar en la cabeza del PRO porque ahora se está de un lado o se está del otro. No es tiempo para tibios en la política”, advirtió el diputado de San Martín.

Al respecto criticó: “Scioli es el peor de los corruptos y es aún más corrupto que Cristina (Fernández de Kirchner)” y sostuvo que Darío Giustozzi y Jesús Cariglino se fueron porque no querían competir en las PASO y en el Frente Renovador no existe el dedo de nadie”.

"Si dejamos las diferencias de lado, el kirchnerismo se termina", así el precandidato a la gobernación bonaerense por el Frente Renovador reiteró sus pretensiones políticas de una interna opositora que, según considera, culminaría con las chances del Frente para la Victoria, a nivel nacional.

De Narváez pidió "un gobierno de coalición" y evitar "el riesgo de que la Presidente se quede en el poder"

Para el legislador "el 60 por ciento del país no quiere que el kirchnerismo continúe". En ese sentido, argumentó su iniciativa: "Quienes representamos a la mayoría que no quiere que siga el kirchnerismo debemos ir a un gran debate. Allí presentemos nuestras ideas para que la gente elija un candidato. De esta manera el 10 de diciembre el kirchnerismo se queda sin poder y viene un gobierno de coalición".

El precandidato a gobernador bonaerense del Frente Renovador analizó que "está el riesgo de que Cristina Kirchner se quede en el poder. Ponemos demasiado en juego. Por eso, hay que dejar las diferencias de lado y el kirchnerismo termina el 10 de diciembre".

De Narváez reiteró su convocatoria a otras fuerzas políticas de la oposición y propuso "una coalición de gobierno durante 4 años con los mejores hombres de cada fuerza política, con una agenda de gestión en la que podamos coincidir. De esta manera vamos a poner a la Argentina en otro camino".