Manuel Elías le respondió a Joaquín Morales Solá por sus constantes difamaciones al Kirchnerismo

Tras varias editoriales publicadas por uno de los “periodistas estrellas” de La Nación, en la que se menoscabar  los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y de esa manera se justifica las medidas antipopulares del gobierno de Cambiemos, el diputado bonaerense salió a responderle al famoso periodista.

Cuando el sábado pasado Morales Solá publicó en su columna que el Presidente Mauricio Macri es la gran “victima” de las  manifestaciones de unas “minorías opositoras fanáticas y violentas” y culpó a Cristina Fernandez, del supuesto ataque a su camioneta en Neuquén al escribir: “El fanatismo que creó la ex presidenta es, como todo fanatismo, violento y ciego”.

Por eso, el diputado de la provincia de Buenos Aires del frente Para la Victoria (FPV) Manuel Elías se canso de los agravios y escribió una carta donde le responde a Solá con validos argumentos, y explica porque Macri no es una “victima del Cristinismo”, como expresa ese “importante” diario.

Reproducimos la Respuesta a Joaquin Morales Solá publicada por Realidad Argentina:

Decía don Arturo Jauretche que “la falsificación como  política de la historia ha sido siempre un instrumento de dominación cultural por parte del orden conservador establecido” (de su libro “Política Nacional y Revisionismo Historico”), publicado en 1959.

Jauretche dedicó gran parte de su formidable obra intelectual a enseñarnos que lo que se nos presentaba como historia era en realidad una política de la historia, en la que ésta es una herramienta de colonización pedagógica destinaa a impedir que la Historia, el verdadero relato de lo ocurrido, contribuya a la formación de una conciencia histórica nacional.

Existe, entonces, una superestructura cultural organizada por la oligarquía, que crea élites falsas que cumplen la tarea de falsificar la historia y también falsificar las coyunturas para asi manipularnos y dominarnos.

El periodista Joaquín Morales Solá pertenece a esta falsa elite, que posa de analistas independientes cuando en realidad son privilegiados asalariados al servicio del poder económico concentrado.

Es en este contexto que debemos leer la columna de opinión de Morales Solá publicada en el diario La Nación del día sábado 31 de diciembre de 2016. Desde allí y con una escritura que destila odio de clase, resentimientos y mentiras, el periodista-estrella del diario de los Mitre ubica al presidente Mauricio Macri en el cómodo papel de víctima de un peronismo violento que habría intentado agredirlo físicamente en Villa Traful.

Pobre, el jefe de estado había abandonado transitoriamente su enésimo descanso vacacional en lo que iba de 2016 (country en villa La Angostura) para ir a inaugurar un centro turístico en Neuquen, pero sufrió un incidente cuando su vehículo se cruzó con manifestantes que marchaban a expresar su rechazo a las nefastas consecuencias de las decisiones de ajuste económico del Gobierno de Cambiemos.

El gobierno acusó a la dirigencia de ATE de Neuquén, quienes reconocieron que se movilizaban para abuchear a Macri pero desmintieron la agresión, asegurando que nunca arrojaron piedras al vehículo presidencial y denunciando que habían sido reprimidos por grupos especiales de la Policía Federal, que lo hicieron con balas de goma, sin mediar palabra alguna previamente y antes de que pudieran llegar los afiliados de ATE al acto.

¿El Presidente Macri “victima” de la violencia de la violencia del Peronismo?…¿El Presidente Macri “victima” del enojo del Pueblo Trabajador?…¿Los patos le tiran tiros a la escopeta???…

¿Puede ser víctima inocente un gobierno que persigue trabajadores por razones políticas y que los echa de sus empleos en la administración pública (para colocar en su lugar a militantes del Pro)?

¿Puede ser víctima inocente un gobierno que devaluó descontroladamente nuestra moneda, aplicó y sigue aplicando devastadores tarifazos en los servicios públicos, liberaron de controles al sistema financiero e iniciaron el desmantelamiento de la industria nacional con el consabido achicamiento del mercado interno y la masiva destrucción de puestos de trabajo?

¿Puede ser víctima inocente un gobierno que aceleradamente generó un proceso de endeudamiento externo que hipoteca nuevamente nuestro presente y el futuro de las generaciones futuras?

¿Puede ser inocente un gobierno que no vacila en reprimir violentamente cualquier voz opositora, llegando al colmo de agredir a una concentración de jubilados que unos meses atrás cortaban el Puente Pueyrredon en reclamo de aumento de haberes?…

Para Morales Solá sí, pues el sostiene que se trata de un gobierno democrático, republicano y sensible con los que menos tienen. Un gobierno que es “victima” de la violencia del Peronismo, al que también denomina Kirchnerismo o Cristinismo, según le convenga a su falso relato de la historia.

¿violencia del Peronismo?…

El Peronismo es un movimiento político que siempre llego a ejercer el gobierno por la voluntad de las mayorías populares y en elecciones absolutamente democráticas. El Peronismo, sin embargo, fue cruentamente derrocado por golpes de Estado Cívico-Militares, fue proscripto durante 18 años de la vida institucional argentina, su líder debió marchar a un largo exilio forzado y los peronistas han sido perseguidos, secuestrados, encarcelados, detenidos-desaparecidos y fusilados en nombre de “la democracia (del falso relato histórico)”, la libertad y la inteligencia.

¿Violencia del Peronismo durante doce años y seis meses de gobierno del Frente para la Victoria?…

Un gobierno legitimado por el 54 por ciento de los votos y que debió soportar toda clase de agravios, mentiras, operaciones político-judiciales y mediáticas, cortes de ruta de las patronales sojeras, corridas bancarias y manifestaciones destituyentes organizadas por los poderes corporativos que se propusieron terminar a cualquier precio con un proyecto de país que les cercenaba sus privilegios de clase para reconstruir una sociedad más justa, más libre y más igualitaria.

Un gobierno que no tomo una sola medida que pudiera perjudicar a la clase trabajadora y que nunca reprimió ningún intento desestabilizdor.

Joaquín Morales Solá es uno de los muchísimos periodistas argentinos cuestionados por los organismos defensores de los Derechos Humanos por su desempeño colaboracionista con la última dictadura cívico-militar.

Periodistas cuestionados porque defendieron explícita y entusiastamente no solo al gobierno de facto, sino muy especialmente defendieron su cruzada de exterminio de toda disidencia a través del terrorismo de Estado.

Mintieron en la información, escribieron a favor de la masacre y durante 33 años que llevamos de democracia recuperada, mantuvieron su rechazo militante por todas las medidas de memoria, verdad, reparación y justicia que los organismos impulsaron desde siempre y que los gobiernos de Néstor y de Cristina  hicieron propio y mantuvieron a pesar de todas las presiones recibidas.

Siempre nos asombra la vigencia de los análisis y las conclusiones de don Arturo Jauretche, parecieran tan recientes sus embates contra la mentira organizada por los mercaderes de la prensa dominante, que cuando volvemos a leer sus polémicas desenmascarando a los Bernardo Neustad de turno, también está poniendo en el lugar que corresponde a Morales Solá y a todos los voceros del viejo orden conservador que ha recuperado y ampliado privilegios durante este primer año de gobierno de Mauricio Macri y que pretende destruir las conquistas en el derecho laboral de décadas de lucha trabajadora.

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