El Papa Franciso y un mensaje con repercusiones en la política nacional
En el marco del III Encuentro Mundial de Movimientos Populares realizado en el Vaticano, el Papa Francisco ratificó los objetivos de Tierra, Techo y Trabajo y profundizó sus críticas al sistema capitalista. Además, destacó el rol de los movimientos populares en la realización de cambios estructurales pero también les marcó la cancha. La delegación argentina encabezada por Leonardo Grosso y Lucila De Ponti del Movimiento Evita escucharon atentamente. Miguel Ángel Pichetto fue otro que tomó nota.
El pasado sábado 5 de noviembre en el Aula Pablo VI del Vaticano el Papa Francisco cerró el III Encuentro Mundial de Movimientos Populares.
El discurso del Santo Padre ratificó la demanda de Tierra, Techo y Trabajo que junto con la ecología integral y la situación de los migrantes fueron eje central de su discurso.
Proyectos de vida que rechacen el consumismo, el reinado del dinero y retornar el camino del amor y la solidaridad están en el horizonte del Papa. En su discurso hizo mención especial a la situación de los emigrantes, refugiados y desplazados afirmando que se trata de un problema mundial y constituye “una situación oprobiosa, que sólo puedo describir con una palabra: vergüenza”.
Si bien se trata de un mensaje de carácter universal, fuentes del Senado afirmaron que Miguel Ángel Pichetto recibió acuse de recibo. En efecto, las declaraciones del Senador contra las poblaciones de extranjeros que viven en la Argentina generaron mucho malestar en el entorno del Papa.
Pichetto estaría recalculando el sentido de sus opiniones ya que le generaron la crítica del Papa y el respaldo de los funcionarios del Gobierno Nacional. Por ello, ahora intenta encapsular su discurso contra los migrantes asociado al delito (narcotráfico, robos, etc.).
Dijo el Papa: “Nadie debería verse obligado a huir de su Patria”, es preciso contraponer a los proyectos de sociedad divididas y con muros, los proyectos-puente de unidad de los pueblos.
El otro mensaje que resonó fuerte en la política local fue el pasaje a la relación entre los movimientos populares y la política.
Leo Grosso y Lucila De Ponti, diputados nacionales del Frente para la Victoria y que en el marco de la persecución judicial a Cristina Fernández de Kirchner conformaron junto a otros cuatro diputados el bloque de Peronismo para la Victoria, encabezaron la representación argentina en el Encuentro.
Escucharon atentamente las palabras del Papa y tomaron nota del mensaje.
El Papa les advirtió a los movimientos populares dos riegos: encorsetarse y corromperse.
Francisco afirmo que “algunos dicen: la cooperativa, el comedor, la huerta, el diseño de planes asistenciales. Hasta aquí todo bien. Mientras se mantenga en el corsé de las políticas sociales, mientras no se cuestione la política económica, se los tolera”.
La advertencia del Papa a frenar el avasallamiento del modelo neoliberal sobre los derechos y conquista del pueblo marcaba la contradicción en que algunos sectores de la política nacional caen de manera recurrente al promover medidas de contención social y no oponerse firmemente a la destrucción de derechos. El riesgo del corsé en palabras del papa reside en “quedar reducidos a actores secundarios, o peor aún, a meros administradores de la miseria existente”.
El relevamiento de barrios humildes que realizan los movimientos populares junto al gobierno de Macri y la iniciativa de generar un millón de planes sociales mediante la Ley de Emergencia Social se configuran claramente en el paradigma del riesgo advertido por el Papa.
Además, recordó que la corrupción está en todos los ámbitos, incluido en las organizaciones y es preciso combatirla con el ejemplo y la austeridad. En varios distritos del conurbano ya bajaron el mensaje de disminuir la presión sobre las personas que cobran el plan y a quienes las organizaciones le piden parte del dinero.
En el marco del diseño del relevamiento de barrios populares, la iglesia ya había puesto sus reparos a la lógica de sujeción que algunas organizaciones generan con los humildes que cobran un plan. Si bien la observación no fue atendida por el Ministerio de Desarrollo Social que encabeza la tarea, sí llegó a oídos del Papa.
Según el Papa, los movimientos populares son fundamentales en la tarea de cambiar el rumo de la humanidad, y en ese camino deben atreverse a discutir la política con mayúsculas, la política económica que genera exclusión y desempleo.
En nuestro país, los políticos que votaron el endeudamiento y el proyecto de presupuesto de mayor ajuste en los últimos años recibieron el mensaje con preocupación y tomaron nota.