El Departamento Judicial San Nicolás tiene la tasa más alta de encarcelamiento de la Provincia de Buenos Aires, según manifestó la Defensora de ejecución penal de dicha región, María Celina Berterame.

En la actualidad hay 685 personas alojadas en la Unidad Penitenciaria Nº 3 de San Nicolás, cuando su capacidad no debiera sobrepasar los 414. La cárcel aloja internos de los Departamentos Judiciales de San Nicolás, Junín, Pergamino, Trenque Lauquen y Mercedes.

Del total de los internos, 477 están procesados, es decir, aún no están cumpliendo condena. “Es un porcentaje muy alto de procesados. Hay que entender que se trata de personas que no están cumpliendo una condena sino que están allí por una medida cautelar, que debería ser utilizada como última herramienta en el proceso penal”, explicó la Defensora.

“La U.P. Nº 3 no da para más. Así no aguanta más. Y la solución no es construir más cárceles, sino que lo que se impone es el uso racional de la prisión preventiva, una herramienta que debe considerarse como último ratio dentro del proceso penal”, agregó.

Por estos motivos el 30 de septiembre pasado, la Defensoría General presentó ante la Cámara Departamental un recurso de hábeas corpus motivado por el notable aumento de la población carcelaria.

La Cámara Departamental resolvió favorablemente el pedido de hábeas corpus y ordenó, el 15 de mayo de este año, la reducción de la población penitenciaria de la U.P. Nº 3, en el plazo de 120 días.

“Esa reducción no se va a hacer efectiva en la medida en que los jueces no se detengan a analizar en qué situación corresponde dictar la prisión preventiva y en cual no”, apuntó Berterame en diálogo con Diario El Norte, donde recordó que hay medidas intermediarias, como el arresto domiciliario o la pulsera electrónica.

“Los jueces Departamentales son reticentes a otorgar alternativas al encarcelamiento”, comentó la funcionaria que interviene en el proceso penal cuando la persona ya tiene condena en primera instancia.

Asimismo la Defensora sostuvo que las condiciones de detención son “paupérrimas” y se refirió a la superpoblación de las instituciones carcelarias. “Hay casos en los que cuatro personas comparten una celda de dos metros por tres metros. La situación es extremadamente delicada”, enfatizó Berterame.

Por último, en un llamado a la reflexión por parte de las autoridades judiciales, la funcionaria concluyó: “Si el Estado no puede garantizar condiciones dignas de encierro, entonces no debe encerrar a esas personas en la cárcel”.