Con el primer semestre consumado, el gobierno piensa en dos variables para retener el poder en 2017: la economía y la construcción política. La primera de ellas está a cargo de los CEOs devenidos en ministros que -a fuerza de ‘prueba y error’- llevan adelante el ‘proyecto’ de Mauricio Macri. Mientras que la segunda, si bien en gran medida depende de los resultados económicos, es una tarea aparte, absorbida por los armadores políticos.

En el territorio bonaerense, uno de los encargados de expandir la influencia del oficialismo es el Subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales, Alex Campbell. El además concejal por el PRO de San Fernando, mantuvo distintos encuentros con intendentes de la oposición para este fin. Las gestiones esperan ser coronadas con anuncios de saltos de vereda en los próximos días.

De hecho, el trabajo de Campbell ya rindió frutos en el centro de la provincia. En colaboración con el ministro de Gobierno, Federico Salvai, lograron la semana pasada el pase de Hernán Bertellys, el alcalde de Azul que fue electo por el Frente para la Victoria. La niebla frustró la foto de María Eugenia Vidal que estaba planeada para el viernes, pero el garrochazo ya es un hecho.

Y no se trata de un salto aislado. Según confió una fuente del noroeste a este medio, el intendente de Exaltación de la Cruz, Adrián Sánchez, ve con buenos ojos mudarse a la alianza Cambiemos. El mandatario municipal lidera una agrupación vecinal que hasta ahora tributaba al FpV. Sanchez ya mantuvo un encuentro con Vidal auspiciado por Campbell.

El Subsecretario también acercó la garrocha a Zárate, donde gobierna Osvaldo Cáffaro. La situación es similar a la de Exaltación, aunque con más reservas ya que Caffaro fue uno de los más críticos de la gestión de Cambiemos a fuerza de sufrir despidos y parate económico en su localidad. El jefe del distrito maneja un espacio vecinal inserto en el FpV y ya fue recibido por la gobernadora, con foto incluida.

Además de pintar palacios municipales de amarillo, Campbell tiene el mandato expreso de buscar votos para el 2017. El fin del primer semestre no trajo las mejoras económicas que prometió Mauricio Macri en el inicio de su gestión, pero sí es el tiempo suficiente para que las encuestadoras elaboren los primeros sondeos de opinión. Para los operadores ya es hora de mostrar sus dotes.

En ese sentido, los distritos donde el 2015 fue esquivo para Cambiemos son los más codiciados para el oficialismo. En Malvinas Argentinas, por ejemplo, sólo tienen un edil en el Concejo Deliberante.

Desde ese municipio estaba por desembarcar en La Plata el exintendente, Jesús Cariglino. Los rumores de que el polémico barón caído iba a sumarse como funcionario de Vidal, suenan desde hace unos meses. La demora en el anuncio se vincula directamente a la sugerencia de Campbell.

El Subsecretario evalúa que hay más posibilidades de captar votos en ese distrito si el gobierno bonaerense mantiene una buena relación con el rival acérrimo de Cariglino y actual mandatario de Malvinas por el FpV, Leo Nardini, con quien también hubo un encuentro privado y otro público con Vidal, la semana pasada, el primero desde que ambos asumieron el cargo.

Nardini es una cara nueva dentro del peronismo, es joven y ha avanzado en el nivel de conocimiento tras ser designado vicepresidente del PJ y titular de la juventud peronista. En contraste, Cariglino está denunciado penalmente por enriquecimiento ilícito, recientemente se descubrió que tenía una habitación VIP con acceso secreto en el despacho municipal y, sobre todo, hoy está afuera del poder.

Campbell sabe que el salto de Nardini al oficialismo es improbable. Este tipo de vínculos que se tejen desde La Plata con los distritos opositores lo que buscan es favorecer el acercamiento con los electores por sobre los dirigentes que pudieran llegar.

En cualquier caso, los saltos de jefes comunales desde FpV a la Alianza estarán a la orden del día. A los casos antes nombrados hay que sumar el de Ismael Passaglia de San Nicolás, quien sin poner la firma ya participa de en reuniones de Cambiemos, según consignó La Nación este fin de semana.

El garrochismo puede tener su detonante en el escándalo de corrupción que quedó plasmado cuando el exsecretario de Obras Públicas de José López fue agarrado infraganti tirando bolsos con millones de dólares a un convento en General Rodríguez. Pero también por la falta de un liderazgo firme que aglutine a la dirigencia. De este problema que padece el peronismo tampoco se escapa el Frente Renovador de Sergio Massa.

Aunque todavía resta que se oficialice el desembarco, el intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre suena como nuevo ministro bonaerense. El ‘Gordo’, quien fuera el armador del FR en la primera sección del conurbano, ya se había mostrado permeable al macrismo en las elecciones de 2015, cuando llamó a cortar boleta para que sus votantes pongan a la gobernadora y al presidente de Cambiemos en el sobre.

Pese a que las medidas económicas han empeorado la calidad de vida en el inicio del segundo semestre, la falta de conducción en el peronismo es una invitación abierta para el juego de seducción del gobierno. El trabajo de los operadores del macrismo no parece distinguir banderas políticas y sobre todo privilegia el armado y los votos para el 2017.