A 120 llegan los despidos en la Universidad de La Matanza

Luego de una asamblea de docentes de esa casa de altos estudios se informó que 45 docentes fueron expulsados por haber participado de una huelga contra las cesantías. Además, 75 alumnos que se encontraban empleados en un call center de esa Universidad corrieron con la misma suerte que sus profesores.

Desde la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM), docentes y estudiantes denuncian más de cien despidos en distintas áreas de esa casa de estudios.

En enero último la UNLAM expulsó a 21 docentes (14 de los cuales formaban parte de la comisión directiva del sindicato); y durante este mes volvió a hacer lo mismo con otros 45 profesores, muchos de los cuales habían denunciado, justamente, los despidos de principios de año.

Entre los estudiantes, los damnificados fueron 75 que se desempeñaban en un call center dependiente de la UNLAM –atiende reclamos del Ministerio de Energía– y que tenían contrato hasta el 31 de agosto.

Las autoridades de la universidad –encabezadas desde 1997 por el rector Daniel Martínez– sostienen que los 75 estudiantes “empezaron a ser dados de baja en un proceso paulatino, porque las tareas se han reducido” por decisión Ministerio de Energía, y prometen que 66 volverán a sus puestos. Sobre los docentes cesanteados esgrimen que estos habían “abandonado sus funciones”.

El 30 de diciembre del 2016, vía mail y sin argumentos, la universidad despidió a 21 docentes de la carrera de Medicina, que nunca fueron reincorporados. Los docentes esgrimían que el trasfondo era político, ya que catorce eran parte activa del sindicato Sidunlam (Conadu).

En repudio por esos despidos, 64 docentes realizaron paros o no asistieron a las reuniones convocadas por los coordinadores de asignaturas. “Todos esos docentes, hasta la fecha, no pudieron volver a entrar al aula. Rápidamente las autoridades consiguieron reemplazos con gente que no tenía nada que ver con las materias y, mediante el personal de seguridad de la universidad, se aseguraron que no pudieran dar clases”, dijo a Página 12 Gabriela Lacarta, una de las despedidas, quien formaba parte de la comisión interna del gremio y dirigía la asignatura Salud mental.

Lacarta aclaró que los docentes reclamaron que se les dieran otras tareas, pero las autoridades –dijo– no respondieron y nunca les informaron formalmente que no podían dar más clases. Si bien durante los meses que pasaron sin dar clases –contra su voluntad– siguieron percibiendo sus salarios, en mayo empezaron a llegar los telegramas de despido.

“En acción plena de sus facultades y amparado en el Estatuto Universitario, el Departamento de Ciencias de la Salud (DCS) se vio obligado a no renovar las designaciones de una nómina de docentes por haber hecho abandono de sus funciones”, argumentó Fabiana Lartigue, vicedecana del DCS, y dijo que en el primer cuatrimestre de 2017 “los docentes no se presentaron a mesas de exámenes finales y/o tampoco lo hicieron a las asignaturas del curso de verano, ni a los llamados de exámenes finales correspondientes; tampoco a las reuniones de planificación”.

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La Universidad de La Matanza se despega de Espinoza

Fernando Espinoza no vive sus mejores días. Es que a los cuestionamientos a su liderazgo en el PJ Bonaerense, se le sumó, en las últimas horas, una rebelión en su pago chico, más específicamente en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). Estudiantes, docentes y graduados lo acusan de usar la Casa de Altos Estudios para obtener rédito político y satisfacer sus aspiraciones personales.

“La Universidad es un organismo nacional que está emplazado en la Provincia y, a su vez, en La Matanza, pero depende del Ministerio de Educación y del Congreso en lo que a su presupuesto respecta. Por lo tanto, es totalmente independiente del gobierno municipal y no existe ninguna subordinación jurídica ni de ninguna naturaleza con el Municipio, porque somos una institución autónoma y autárquica“, aclaró Fernando Luján Acosta, decano del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNLaM al portal El1Digital.

“La Universidad fue creada por una ley del Congreso, cuenta con un presupuesto nacional y las tomas de decisiones son propias y a ello también se debe su trayectoria”, coincidió Martín Pérez Rodríguez, coordinador de la Licenciatura en Educación Física.

En más de una oportunidad, Espinoza buscó capitalizar la gestión de la Universidad a su favor, por ejemplo, instalando carteles a lo largo y a lo ancho del distrito como si el presente de la UNLaM dependieran de su rol institucional al frente del Municipio.

Del mismo modo, durante la campaña electoral del año pasado, distintos spots televisivos que apuntaban en el mismo sentido rotaron por las pantallas de numerosos canales de llegada masiva. Ahora, con Espinoza fuera de la órbita de poder, le facturan la utilización de la Universidad en beneficio propio.

“Es muy importante que los estudiantes y la comunidad en general sepa cómo son las cosas porque constituimos un gran factor de inclusión y contención social. Por eso, molesta tanto la utilización política de una institución tan prestigiosa como la UNLaM”, planteó en ese sentido Ricardo Faraldi, presidente de la Asociación de Graduados.

En la misma línea, Santiago Letelle, presidente del Centro de Estudiantes, criticó que la “Universidad sea utilizada para obtener rédito político”.

"El gobierno municipal no tiene ninguna injerencia en la gestión de esta institución y, por lo tanto, que una autoridad municipal hable en nombre de ella genera confusión", sostuvo Letelle, despegándose de un alicaído Espinoza.

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MÃĐdicos debatirÃĄn las políticas de salud y universitarias de Scioli y Macri

Este viernes 13 de noviembre a las 17 horas en la Universidad Nacional de la Matanza se realizara un encuentro para debatir ¿Que se juega en políticas en salud y políticas universitarias este 22 de noviembre?.

La convocatoria que es realizada por un colectivo de docentes de la carrera de Medicina de la UNLaM, contara con la presencia de Mario Rovere, médico sanitariasta, actual viceministro de salud y vicedecano del departamento de Salud de dicha universidad, José Carlos Escudero medico sanitarista y sociólogo entre otros participantes.

El objetivo del encuentro, dos días antes del esperado debate presidencial, es poner en discusión y analizar la actualidad de las políticas en materia de salud y de educación universitaria, en un contexto en el cual se debaten en el país proyectos políticos de cara al balotaje del 22 de noviembre.

Martin Castilla, bioquímico y representante del colectivo de docentes de la carrera de Medicina que impulso esta actividad anticipaba que “es muy importante que como parte de la comunidad universitaria y del campo de la salud podamos reflexionar seriamente sobre que implican los posibles cambios en las políticas de un gobierno en nuestro país, sabemos que hoy es un tema sensible para el pueblo argentino y como docentes y trabajadores de la salud queremos plantear nuestro punto de vista”.

Adhiere a la actividad el SIDUNLAM, sindicato de investigadores y docentes de la Universidad Nacional de la Matanza. Se trata de un gremio conformado desde el mes de septiembre en esta universidad y que cuenta con un buen número de afiliados.

Diana Broggi integrante de la comisión directiva y secretaria de Prensa y difusión del gremio explicaba “Hemos creado el sindicato para jerarquizar la defensa por los derechos de los/as docentes e investigadores en el ámbito de la educación superior, en esta universidad como en otras del país y del conurbano el debate sobre el acceso, la permanencia y la calidad educativa están directamente relacionados con las condiciones laborales, así como con las instancias democráticas y participativas que podamos tener para expresarnos".

La actividad se realizar en la Universidad Nacional de la Matanza en el Laboratorio de Habilidades Clínicas, donde se recibirá a docentes, estudiantes, investigadores y público en general.

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